Bolivia. Centellas pide respuesta al colapso de servicios funerarios
Alina Tufani – Vatican News
El Arzobispo de Sucre pide que por cuestión humana los servicios funerarios y el crematorio de la ciudad sean ágiles y extremen sus esfuerzos para hacer que la ya penosa pérdida de un ser querido no se convierta en una “experiencia de viacrucis y dar respuesta inmediata al dolor de los familiares”. En un video mensaje publicado en la página web de la arquidiócesis, monseñor Ricardo Centellas, quien es también el presidente de la Conferencia episcopal de Bolivia, hace un llamado a las autoridades locales para avanzar en la habilitación del cementerio y un crematorio Covid-19.
Sucre: una de las ciudades más afectadas
En efecto, el horno crematorio del Cementerio General de Sucre volvió a colapsar el pasado fin de semana, cuando aún estaban en espera 15 cadáveres entre hospitales y la morgue. Según la nota de la diócesis, solo se puede cremar hasta tres cuerpos por día mientras la gente sigue muriendo. Y es que Sucre, capital histórica y constitucional de Bolivia, ha sido una de las ciudades más afectados por la pandemia junto a Santa Cruz de la Sierra, Cochabamba y La Paz.
Crece el número de víctimas
“En Bolivia se siente con mayor dureza las consecuencias de la pandemia, los infectados han pasado los 60.000 y va creciendo el número de muertos y en cada región va aumentando”, denunció el arzobispo Centellas al explicar que "ya acompañar la vida de un enfermo es un sufrimiento" y luego al morir, es doble el sufrimiento cuando no pueden dar una sacra sepultura o un lugar digno a sus familiares.
Cementerio COVID-19
La diócesis de Sucre pide al Gobierno municipal habilitar el cementerio Covid-19 para que se pueda enterrar los cuerpos en fosas comunes, tal como se está haciendo en otros departamentos del país. Según la nota de la diócesis el pasado mes, la Alcaldía identificó terrenos para el cementerio Covid-19 de Sucre, donde también se tiene previsto instalar un nuevo horno crematorio, sin embargo aún no se tiene noticias sobre su realización.
Un lugar para venerar a los difuntos
Por otra parte, monseñor Centellas, recomendó que ante la realidad de las numerosas muertes por Coronavirus, los difuntos sean puestos en osarios en un lugar fijo. “El cuerpo incinerado –dijo - debe ser depositado en la medida de las posibilidades en osarios del campo santo. A causa de la pandemia muchos optan por llevárselos a sus hogares, en este caso, explicó el prelado, es recomendable que los restos tengan un lugar fijo y especial donde pueda ser venerado”.
Datos de la pandemia en Bolivia
El Covid- 19 en Bolivia se propaga rápidamente. En las últimas horas, la noticia de los 420 cadáveres recogidos por las autoridades en las calles, vehículos y casas en todo el país ha recorrido el mundo. Según el Ministerio de Salud, el país andino registra un total de 2.273 fallecidos oficiales y 62.357 personas contagiadas. Los expertos bolivianos han asegurado que Bolivia se encuentra en la fase de contagio sostenido de la pandemia y se prevé que esta etapa se extienda durante unas siete semanas.
Templos cerrados hasta el 31 de julio
En este contexto, la Iglesia en Bolivia respetuosa del decreto nacional de emergencia sanitaria y cuarentena dinámica, mantiene la realización de celebraciones litúrgicas sin presencia de feligresía evitando la aglomeración de gente y precautelando la seguridad de la población. Como presidente del episcopado, monseñor Centellas, reiteró en declaraciones a la prensa que “los templos aún continúan cerrados hasta el 31 de julio y posteriormente veremos cómo continuamos acompañando esta época en Bolivia”.
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