Covid19. Bolivia. Mons. Eugenio Scarpellini partió a la casa del Padre
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
Mons. Eugenio Scarpellini, Obispo de la Diócesis de El Alto, falleció este miércoles, tras ser contagiado por el COVID19. Era misionero en Bolivia desde el año 1988, un Pastor de la Iglesia que se destacó por su entrega a los más pobres y su lucha incansable por la justicia, se lee en una nota del sitio web de la Conferencia Episcopal Boliviana.
El obispos estaba internado en el Hospital Sagrado Corazón en la ciudad de El Alto, recuperándose de COVID – 19, y falleció ayer después de sufrir dos paros cardiacos. Era muy apreciado y querido por el pueblo boliviano.
En el sitio de la Conferencia Episcopal se recuerda su última homilía del 12 de julio, cuando pidió a los fieles: “escuchar y meditar en el silencio del corazón las palabras del Señor, ser fieles a Él en el camino de la conversión, ser firmes como ella en las adversidades y así dar frutos abundantes: ser discípulos misioneros de Jesús en el mundo de hoy y constructores con Él del Reino del Padre”.
Mons. Eugenio Scarpellini nació en Verdellino, diócesis de Bérgamo. Italia, el 8 de enero de 1954. Estudió en el Seminario “Papa Giovanni XXIII” de Bérgamo (1972-1978) donde se especializó en filosofía y de teología. Fue ordenado sacerdote el 17 de junio de 1978 e incardinado en la Diócesis de Bérgamo. Sus funciones pastorales:
1978 a 1982: Vicario Parroquial en Boltiere. Bérgamo. Italia.
1982 a 1987: Vicario Parroquial en Nembro. Bérgamo.
En 1987 Formación misionera en el Centro Unitario Misionero (CUM), en Verona, Italia.
El 11 de enero de 1988 llegó a Bolivia como sacerdote fidei donum.
1988 a 1993: Párroco de la Parroquia “Nuestra Señora de Copacabana” de la Arquidiócesis de La Paz.
1994-2004: Párroco de la Parroquia “El Salvador”, zona El Tejar, de la misma Arquidiócesis.
1993 al año 2000 fue ecónomo del Seminario Mayor “San Jerónimo” de La Paz y de la Arquidiócesis de 1995 al 2000.
A partir del año 2000, por siete años, fue Director General del Colegio “Marien Garten”, en La Paz y residente de dos Centros de rehabilitación para niños y adultos.
En el año 2004 fue nombrado Director Nacional de las Pontificias Obras Misionales.
En 2006 Coordinador de las Pontificias Obras Misionales en toda América. En aquel mismo año fue elegido Secretario General Adjunto de la Conferencia Episcopal Bolivia.
Nombrado Obispo Auxiliar de la Diócesis de El Alto el 15 de julio de 2010, por el Papa Benedicto XVI. Recibió la consagración episcopal el 9 de septiembre de aquel mismo año. En noviembre del 2012, en el curso de la XCIV Asamblea de los Obispos fue nombrado Secretario General de la Conferencia Episcopal Boliviana. El 26 de junio de 2013, el Santo Padre Francisco lo ha nombrado Obispo de la Diócesis de El Alto.
Scarpellini: La misión, mi pasión
En el sitio Bolivia Misionera se recuerda al obispo en una entrevista que se le hizo, en donde expresaba su deseo: “Sueño con una Iglesia misionera”, Mons. Eugenio Scarpellini, el pastor misionero que amaba Bolivia.
En la entrevista, el prelado dijo: “Soy una persona común y corriente a la cual el Señor le ha reservado un don especial, el de ser sacerdote, y muchas veces me pregunto el porqué, y no tengo respuestas, fuimos varios muchachos que ingresamos al seminario y solo yo salí sacerdote, uno va descubriendo poco a poco que el Señor es el que va mostrándonos el camino para uno en la vida, lo importante es lo que uno vive, soy hijo de una familia sencilla, nací en un pueblo en Italia, mi papá era campesino y mi mamá ama de casa, sencillos pero de una religiosidad profunda y fuerte, ellos me educaron en la fe, en casa no faltaba la oración diaria, fui monaguillo desde mis 6 años. Tengo dos hermanos una mayor, y uno menor y somos una familia muy unida, porque el hecho de que nuestros papás hayan fallecido nos ha unido como hermanos, entonces somos una familia sencilla y eso valoro mucho por la experiencia de fe que hemos tenido”.
Debe su vida sacerdotal a su mamá, dijo en esa entrevista Mons. Scarpellini, “el día de mi primera comunión tenía 7 años en mayo del 1961 le dije a mis papás, yo quiero ser sacerdote, no me creyeron y volví a repetirlo después en 5 básico, y el sacerdote joven de mi pueblo dijo: “no va aguantar muy travieso es Eugenio”, mientras que el párroco dijo; “déjenlo ir”…. A mis 11 años entre al seminario, y a los 24 años ya era sacerdote después de un largo camino, no fue fácil, a mis 15 años tuve una crisis con dudas de seguir o no seguir, y en aquel momento muere mi mamá, ella tenía 44 años y murió con cáncer en los pulmones, y cuando estaba velando a mi mamá el superior me preguntó ¿volverás al seminario o te quedas en casa?, ahí dije abiertamente…yo voy a volver al seminario a ser sacerdote, y el día de mi primera misa recordé esto, si hoy soy sacerdote lo debo a mi madre y a su muerte”, dijo.
Mons Eugenio llevó a cabo 32 años de vida misionera. “Para mi Bolivia es gratitud a un país y una Iglesia que me han acogido, el lugar donde vivo y llevo adelante mi vocación sacerdotal y mi experiencia humana, espiritual y eclesial, esto es para mí Bolivia, una Iglesia que me ha acogido, que me ha permitido vivir como sacerdote con una dimensión muy amplia desde lo espiritual, pastoral, social y política, porque he estado en muchas experiencias del país, una iglesia que me ha permitido de veras crecer en este sentido, un país que siento que es mi otra casa. Siento que la misión es la tercera gracia que el Señor me ha dado, la primera es la vida en mi familia y lugar donde he crecido, la segunda el sacerdocio y la tercera la misión”.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí