México. Fallo de la Corte Suprema contra despenalización del aborto
Alina Tufani - Ciudad del Vaticano
“En un fallo mayoritario, los ministros de la primera sala desecharon el proyecto presentado y, con ello, no se vio afectada la normatividad del estado de Veracruz sobre el aborto, ni tampoco se sentó un precedente que hubiera podido conducir a afectar en otras entidades”. Así lo explica el comunicado de la presidencia del episcopado mexicano al manifestar su agradecimiento por el fallo de la Corte Suprema de Justicia de México, que el miércoles 29 de julio, con cuatro votos en contra y solo un voto a favor, se pronunció contra la petición del estado de Veracruz de despenalizar el aborto.
Para emprender la reforma de la legislación como pedía el contencioso del estado de Veracruz se necesitaba que fuera aprobado por al menos tres de los cinco ministros de la Corte Suprema. Actualmente, en la mayoría de los estados del país la práctica del aborto es un delito excepto cuando la mujer ha sido violada o en riesgo de vida. Solo en Ciudad de México y Oaxaca es legal la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas de gestación.
“Agradecemos a Dios que se haya preservado la protección jurídica de la vida humana en gestación” se lee en la nota, en la que los obispos también reiteran que el bien auténtico de la mujer, antes y después de nacer, es la vida y no la muerte. “Renovamos nuestro agradecimiento a Santa María de Guadalupe, nuestra cariñosa madre, que siga protegiendo a nuestra nación de todos los males que la acechan y que obtenga de Dios abundantes gracias a cada una de las familias, con énfasis en las mujeres que están gestando una nueva vida humana en sus vientres”, expresan los obispos.
La situación causada por la pandemia de Covid-19 es también objeto de este comunicado que invita al respeto de la vida y a la solidaridad. “En este momento de la historia de nuestro país ante los graves desafíos que vivimos – subrayan -, es necesario renovar el aprecio incondicional de la vida humana, y recuperar la confianza en que la solidaridad puede salir al encuentro de cualquier carencia, de modo que la 'cultura de la vida' pueda permear en todo nuestro país”.
Por último, el episcopado mexicano exhorta a los mexicanos para que, de forma individual o colectiva, asuman un papel activo en la sociedad donde no falte la solidaridad hacia cada persona enferma o necesitada. “Es preciso – concluye el comunicado - anunciar y actuar para dar presencia y peso a una agenda social que busque la dignidad de la persona, el bien de la familia y el desarrollo de la sociedad, en un entorno de libertad y corresponsabilidad”.
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