Incendio en Misión San Gabriel, Obispo O’Connell espera sea un accidente
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
El pasado 11 de julio, en la madrugada, un incendio arrasó con gran parte de la Misión de San Gabriel de Arcángel de la Arquidiócesis de Los Ángeles, EEUU, dañando gravemente su interior y destruyendo completamente el techo. Según declaraciones hechas por el oficial de información pública del Departamento de Bomberos de San Gabriel, capitán Antonio Negrete, la escena era desgarradora, “el techo de la misión ha desaparecido por completo y el interior hasta el altar está completamente destruido”. Según informaciones de algunas agencias, Negrete dijo que el siguiente paso será “el ingreso de ingenieros de construcción para que apuntalen algunas paredes y así se permita el inicio de las investigaciones”.
Apenas supo la noticia, el Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José H. Gómez, se hizo presente en el lugar de los hechos, “para examinar el daño y pedir oraciones”, según aciprensa. El prelado expresó su pesar por la noticia en su cuenta de Facebook, y agradeció a Dios que no hubo víctimas, sólo daños materiales. “Estoy aquí para rezar con la gente. El techo está destruido y hay muchos daños en la antigua iglesia. San Junípero, reza por esta ciudad, este Estado y este país que ayudaste a fundar”, añadió.
Según Vida Nueva, no se “descarta” que el incendio haya sido provocado, pues en las últimas semanas “varias estatuas de fray Junípero Serra fueron derribadas en Los Ángeles y en San Francisco; sin embargo, el arzobispo ha preferido no especular al respecto”, se lee en el sitio de Vida Nueva.
Junípero Serra paga culpas de la intolerancia
Según Vida Nueva, a raíz del asesinato de Georg Floyd por policías, en Mineápolis, “activistas defensores de los pueblos nativos, que consideran a los misioneros como responsables de haber cambiado la forma de vida de los habitantes”, han dañado varias esculturas de san Junípero Serra, en los EEUU y en España, en la localidad de Petra, Mallorca, su ciudad natal. Al respecto, los obispos de California, publicaron un comunicado, en el que se lee: “[Serra] fue un hombre adelantado a su tiempo que hizo grandes sacrificios para defender y servir a la población indígena y luchó contra la opresión que se extiende mucho más allá de la era de las misiones”, afirmaron los Obispos. “Y si eso no fuese suficiente para legitimar una estatua pública en el estado que él luchó tanto para crear, entonces virtualmente toda estatua de cualquier personaje histórico del pasado de nuestra nación tendría que ser removida por sus fallas, medidas a la luz de las normas de la actualidad”.
Mons. O’Connell: Pedimos a Dios que el incendio haya sido un accidente
Vaticannews entrevistó a Mons. David O’Connell, Obispo Auxiliar de la Región Pastoral de San Gabriel de la Arquidiócesis de Los Ángeles y miembro del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) y del Subcomité de la Campaña Católica para el Desarrollo Humano de la USCCB.
Mons. O'Connell, recordó que aún las investigaciones sobre la raíz del incendio. Esta semana se está realizando una examinación forense y sabremos más pronto, dijo, mientras, estamos "recaudando fondos para reconstruir la Misión y para continuar el trabajo de servir al Señor y al pueblo que ha caminado allí por los últimos 249 años".
Mons. O’Connell expresó a Vaticannews la tristeza al ver la devastación causada por el incendio de la Misión San Gabriel el 11 de julio. El Arzobispo José H. Gómez, junto con los sacerdotes y líderes de la Misión habían estado trabajando duro para renovar la Misión para celebrar su 250 aniversario en 2021, dijo el prelado, y todos esperan y están pidiendo a Dios que el incendio haya sido un accidente y que no haya sido provocado con malicia. También dijo el prelado que los obispos están pidiendo a Dios que el incendio no esté conectado con las protestas que resultaron después de la cruel muerte de George Floyd.
Mons. Gómez: que este momento sirva para renovar la misión
Al día después de la tragedia, Mons. Gómez regresó a la Misión para presidir la Santa Misa. La celebración se llevó a cabo en una capilla cercana a la iglesia principal. Con mascarilla y distancia social, con la presencia del arzobispo José Gómez, los fieles se reunieron consternados por la destrucción de su templo.
En su homilía el prelado expresó la tristeza por lo perdido, diciendo que es una prueba más, en medio de esta “larga temporada de enfermedad y muerte desde la llegada del coronavirus. Que el Señor fortalezca y aumente nuestra fe”, dijo.
Reflexionando sobre la historia de San Junípero Serra, el prelado recordó a los fieles que este santo conoció los sufrimientos todos los días en su servicio al Evangelio. La primera misión que fundó, la Misión de San Diego de Alcalá, fue quemada hasta los cimientos en 1775, y un compañero misionero fue asesinado allí. Y recordó una oración del santo: "Soportemos todas las dificultades por amor a ti y por la salvación de las almas. En nuestras pruebas, que sepamos que somos amados como tus propios hijos". Una oración para animar a la comunidad, a no “ceder a esta tristeza. Necesitamos hacer de este momento un momento de purificación y renovación de nuestra misión, dijo el prelado, renovación de la Misión San Gabriel y renovación de la misión que es cada una de nuestras vidas”.
La Misión San Gabriel Arcángel
Esta destrucción ocurre, mientras la comunidad se estaba preparando para celebrar el 250 aniversario de esta misión. Pero este fuego no cambia nada, dijo Mons. Gómez, la Misión San Gabriel siempre será el corazón espiritual de la Iglesia en Los Ángeles, el lugar desde el que el Evangelio sigue avanzando.
La Misión, fue fundada el 8 de septiembre de 1771 por el fraile franciscano San Junípero Serra. Es la cuarta Misión fundada por el fraile, y actualmente es considerada patrimonio histórico de Estados Unidos. Sus raíces se remontan a los comienzos de la fe cristiana en California, antes de la fundación de los Estados Unidos. Esta comunidad, es de las pocas fundada, en el país, por un santo.
La Misión, construida en piedra, ladrillo y mortero, es una de las mejor conservadas de toda la Misión. Originalmente, la iglesia tenía un techo arqueado, pero un terremoto en 1804 dañó tanto el edificio que los arcos tuvieron que ser derribados y se sustituyó un nuevo techo. En 1812, otro terremoto demolió el campanario y fue reemplazado por un campanario en el otro extremo de la iglesia. En la torre hay seis campanas de diseño pesado que datan de 1795 a 1830.
El altar es original y fue hecho a mano en la Ciudad de México, y llevado a la Misión en la década de 1790. Las seis estatuas policromadas de madera fueron talladas a mano en España, y fueron traídas alrededor del Cuerno en 1791. Estas estatuas y retablos (pantalla ornamental que cubre la parte posterior del altar de una iglesia) recuperaron su belleza original después del terremoto de 1987. Además, Nuestra Señora de los Dolores, de más de 300 años, ahora está bellamente enmarcada en hierro forjado. Dentro de la Misión está el baptisterio, donde se encuentra una fuente bautismal de cobre martillado a mano, que fue un regalo personal del rey Carlos III de España. Y cuenta aún con la misma concha bautismal de plata esterlina llevada por los padres fundadores hace más de 200 años, de la cual en noviembre de 1771, el primer niño Tongva recibió el bautismo, al igual que el último recién nacido de los feligreses de hoy.
El vínculo de San Gabriel con la ciudad de Los Ángeles data del éxodo de once familias escoltadas por una compañía de soldados que cruzaron el río Los Ángeles, y nueve millas al oeste de la Misión fundaron Pueblo de Nuestra Señora la Reina de Los Ángeles de Porciuncula. Este evento histórico ocurrió el 4 de septiembre de 1781, diez años después de la creación de la Misión, haciendo de la parroquia, la Iglesia Madre del condado de Los Ángeles. Durante años, la Misión fue el centro espiritual del Valle. El último franciscano se retiró en 1852 y en 1855, la Comisión de Tierras de los Estados Unidos le otorgó la propiedad a esta diócesis. Los sacerdotes claretianos, que han administrado la Misión desde 1908, la han mantenido en excelentes condiciones. Los claretianos, junto con los laicos, han hecho de la Misión, nuevamente, un fuerte centro espiritual en el valle.
Si quieres ayudar para la reconstrucción de la Misión, aquí el link para hacer donaciones: https://lacatholics.org/restoration/
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