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Iglesia analiza sobre la inseguridad de comunidades y líderes sociales

En Colombia, unos treinta obispos, el nuncio y un representante de la ONU analizaron la implementación del Acuerdo de Paz y la situación de vulnerabilidad las comunidades rurales, en su compromiso de visibilizar las situaciones de injusticia, dificultad y pobreza.

Alina Tufani-Ciudad del Vaticano

En plena pandemia de Covid-19 y en modalidad virtual se desarrolló, esta semana,  la reunión del Consejo Episcopal de Paz (CEP) de Colombia integrado por unos 30 arzobispos y obispos, esta vez acompañados por el Nuncio Apostólico, monseñor Luis Mariano Montemayor. 

En la reunión se hizo un análisis del contexto actual del país bajo la realidad que viven las regiones y propuestas sobre los criterios para dar continuidad al trabajo de la Iglesia Católica en favor de la reconciliación y la paz. El encuentro contó con la participación de Carlos Ruiz Massieu, Jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, quien aportó detalles del informe presentado en el mes de julio por ese organismo ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en el que da cuenta de la delicada situación de seguridad que viven actualmente miembros de las comunidades y los excombatientes en el país. 

Según el reporte publicado en el portal de la Comisión de Conciliación Nacional, entre las principales preocupaciones manifestadas por los prelados durante el encuentro primea la continuidad en los asesinatos y amenazas a líderes sociales, así como a otros miembros de las poblaciones más apartadas y vulnerables. Igualmente, consideran fundamental la implementación integral del Acuerdo de Paz y la necesidad de impulsar el Sistema Integral de Justicia Transicional.  

Precisamente, en su intervención, el arzobispo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda, abordó el tema del Acuerdo de Paz y el punto relacionado con la reforma rural, aportando cifras que evidencian un incremento en las hectáreas dedicadas a la siembra de cultivos de uso ilícito en el contexto de la pandemia. En este contexto, destacó la importancia de poner una mirada positiva en el campo y acompañarlo: “Hay que ver el campo como el lugar donde nace la esperanza y encontrar puntos de reconciliación (…) Cuando uno va al campo y ve lo que sucede allí, realmente piensa que puede haber ahí un camino de esperanza, de paz y de vida”.  

En el encuentro los miembros del Consejo episcopal de paz coincidieron en la necesidad de dar a conocer de manera permanente lo que está pasando en los territorios y poner en evidencia tantas situaciones de injusticia, dificultad y pobreza que suceden. En este sentido, monseñor Juan Carlos Barreto, Obispo de la Diócesis de Quibdó apuntó que ante la polarización que vive el país, la Iglesia puede contribuir mucho en este aspecto, pues “es la Iglesia la que puede tener ese punto de quiebre y decir realmente lo que sucede, sin inclinarse por visiones ideológicas que defiendan solamente a unos y ataquen solamente a otros”.

Al respecto, monseñor Barreto puntualizó la importancia de la cercanía y del diálogo social. “Es bueno que la gente sienta una cercanía real de la Iglesia y del Consejo, y que lo podamos hacer territorialmente, por ejemplo, a través de encuentros constantes con autoridades, líderes y organizaciones sociales; hacerles sentir nuestro apoyo, decirles que estamos con ellos”, concluyó

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17 agosto 2020, 10:48