Martin: las armas atómicas son inmorales e incompatibles con la fe cristiana
Isabella Piro-Ciudad del Vaticano
"El desarrollo de la energía atómica para la guerra y la posesión de armas atómicas es inmoral e incompatible con nuestra fe", dijo Monseñor Eamon Martin, Arzobispo Metropolitano de Armagh y Primado de toda Irlanda, recordando ayer, 9 de agosto, el 75 aniversario del bombardeo atómico de la ciudad japonesa de Nagasaki. "La bomba de Nagasaki y la bomba de Hiroshima, lanzadas tres días antes, siguen siendo consideradas por muchos como uno de los peores ejemplos de lo que los humanos podemos hacernos unos a otros", dijo el prelado.
"Sin embargo, varios países siguen poseyendo, desarrollando o probando armas de destrucción masiva. Recordando, pues, los llamamientos a la paz lanzados por el Papa Francisco durante su viaje apostólico al Japón en noviembre pasado, el arzobispo Martin hizo suyas las palabras del Papa: "Es incompatible tratar de construir y mantener la paz sobre el temor a la destrucción mutua o la amenaza de la aniquilación total.
El Primado de Irlanda también denunció el despilfarro de dinero en la carrera armamentista, en un mundo en el que "millones de niños y familias viven en condiciones inhumanas". De ahí la exhortación a "no ver nunca la violencia como una forma de resolver las diferencias y realizar las aspiraciones". Debemos "rezar y trabajar cada día por la abolición de las armas nucleares", concluyó Monseñor Martin, "por la conversión de los corazones y por el triunfo de una cultura de la vida, la reconciliación y la fraternidad". La nota del prelado concluía con el texto de la "Oración Simple" atribuida a San Francisco de Asís.
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