Puerto Rico. Crisis electoral: Los obispos apelan a la oración y a la paz

Isabella Piro-Ciudad del Vaticano

En estos momentos Puerto Rico está viviendo un caos electoral, donde el pasado domingo 9 de agosto se suponía que se celebrarían las elecciones primarias. Pero algunas irregularidades en el proceso de entrega del material y de las papeletas de votación provocaron retrasos en la apertura de los colegios electorales y dudas entre los ciudadanos, con el resultado de que 45 de los 78 municipios no pudieron votar. Por lo tanto, las elecciones se pospusieron hasta mañana, domingo 16 de agosto, pero mientras tanto la Conferencia Episcopal local ha lanzado un llamamiento a la oración y a la paz. En una nota firmada por el presidente de los obispos, Monseñor Rubén González Medina, la Iglesia puertorriqueña invita a las autoridades a buscar canales de entendimiento para manejar la crisis actual. "Como Iglesia -dice la declaración- no nos corresponde a nosotros dar directrices al respecto, pero como pastores y como cristianos es nuestra tarea invitar al diálogo, evitar los mensajes de odio y animosidad, así como los oportunismos partidistas o mediáticos que van en detrimento de la paz y la serenidad de nuestro pueblo".

"Por el bien de la democracia del país, por el derecho al voto, por el respeto a los electores" y a los funcionarios electorales, los prelados reiteran que "lo ocurrido el 9 de agosto no puede quedar impune", ni debe ser "minimizado", ya que "no sólo afectó negativamente al proceso electoral, sino que también minó la confianza de los ciudadanos". Instando, por lo tanto, a que se realice lo antes posible "una investigación" para que la Isla "no se vea expuesta a una nueva pandemia, la del caos democrático", los obispos puertorriqueños también expresan sus dudas sobre la "viabilidad y fiabilidad" real de las elecciones generales previstas para noviembre y cuestionan la capacidad de las autoridades para iniciar "un proceso electoral justo, equitativo y transparente". "¿Hay tal vez intereses partidistas o individuales involucrados?", preguntan los prelados.

La nota episcopal insta a rezar para que Dios transforme "el desánimo en esperanza y la discordia en amor". "La oración siempre abre el camino porque abre los corazones y purifica la conciencia", concluye la declaración que nos exhorta a la paz, a la convivencia fraterna, a la paciencia, al don de la sabiduría y la comprensión, para que "esta situación pueda superarse".