España: Obispos rechazan la discusión de ley de eutanasia en el Congreso
Alina Tufani - Ciudad del Vaticano
“No hay enfermos ‘incuidables’, aunque sean incurables” se titula el mensaje de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia episcopal española (CEE) ante la decisión de la Cámara de diputados de continuar la discusión sobre la Ley Orgánica de regulación de la eutanasia: “Es una mala noticia pues la vida humana no es un bien a disposición de nadie”.
La nota del episcopado sostiene que una sociedad, ante la imposibilidad de eliminar totalmente el sufrimiento de las personas, no puede tener como propuesta “salir del escenario de la vida”, sino más bien acompañar, paliar y ayudar a vivir ese sufrimiento. “No se entiende la propuesta de una ley para poner en manos de otros, especialmente de los médicos, el poder quitar la vida de los enfermos”, dicen los obispos.
Respetar la dignidad de la persona
Los obispos insisten en que la dignidad de la persona debe ser reconocida y respetada siempre, más aún cuando es más frágil e indefensa y esto, "nos obliga a oponernos a esta esta ley que, en nombre de una presunta muerte digna, niega en su raíz la dignidad de toda vida humana”.
La CEE recuerda su último documento publicado en 2019 sobre el tema, que bajo el título “Sembradores de esperanza. Acoger, proteger y acompañar en la etapa final de la vida humana” examina los argumentos de quienes desean favorecer la eutanasia y el suicidio asistido, poniendo en evidencia su inconsistencia puesto que nacen de “premisas ideológicas” y no de la realidad de los enfermos en situación terminal.
Intervención compasiva de la sociedad
“Insistir en ‘el derecho eutanasia’ es propio de una visión individualista y reduccionista del ser humano y de una libertad desvinculada de la responsabilidad. Se afirma una radical autonomía individual y, al mismo tiempo, se reclama una intervención ‘compasiva’ de la sociedad a través de la medicina, originándose una incoherencia antropológica. Por un lado, se niega la dimensión social del ser humano, ‘diciendo’ mi vida es mía y sólo mía y me la puedo quitar’ y, por otro lado, se pide que sea otro –la sociedad organizada– quien legitime la decisión o la sustituya y elimine el sufrimiento o el sinsentido, eliminando la vida”, se lee en la nota.
Intensificar los cuidados y que nadie quede atrás
La pandemia de Covid-19 es también tema del comunicado del episcopado porque ésta ha evidenciado “que somos responsables unos de otros” y ha relativizado las propuestas de autonomía individualista. Sin ir muy lejos, la nota constata que la muerte en soledad de tantos enfermos y la situación de las personas mayores ha interpelado las consciencias, que los profesionales de la salud y a los médicos –en respeto de su juramento hipocrático- han cuidado y defendido la vida heroicamente y que la sociedad española ha pedido un apoyo mayor al sistema de salud para intensificar los cuidados y “no dejar a nadie atrás”.
Otro argumento tocado por la CEE se refiere al aumento de los suicidios en el país, una situación que a juicio de los obispos reclama una reflexión y prácticas sociales y sanitarias de prevención y cuidado oportuno. “La legalización de formas de suicidio asistido no ayudará a la hora de insistir a quienes están tentados por el suicidio que la muerte no es la salida adecuada. La ley, que tiene una función de propuesta general de criterios éticos, no puede proponer la muerte como solución a los problemas”, advierten.
Adecuada legislación de cuidados paliativos
Por último, la nota se refiere al fin mismo de la medicina que es curar, pero también cuidar y aliviar sobre todo al final de la vida, que es el fundamento de la medicina paliativa al humanizar el proceso de la muerte. “Abogamos, pues, por una adecuada legislación de los cuidados paliativos que responda a las necesidades actuales que no están plenamente atendidas”, reafirman los obispos.
Con 201 votos a favor, 140 en contra y dos abstenciones el pleno del Congreso aprobó el pasado 11 de febrero la toma en consideración de una propuesta de Ley de regulación de la eutanasia, que sin embargo quedó varada como consecuencia de la pandemia. En su momento, había llevado al piso las propuestas que pedían ampliar los cuidados paliativos en los momentos finales de la vida. Ahora, el plazo para la presentación de enmiendas parciales finaliza el próximo 16 de septiembre y, posteriormente se constituirá la ponencia encargada de dar forma al proyecto de ley.
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