IGLESIA

Argentina: En el Mes misionero el amor de Dios nos impulsa a ayudar

"La misión es un índice exacto de la fe y el amor, dado que cuanto creemos y cuanto amamos se mide en la respuesta que damos a esa invitación ‘¡Aquí estoy! Envíame’". Palabras del Obispo de Neuquén en su homilía

Isabella Piro – Vatican News

Monseñor Fernando M. Croxatto, Obispo de Neuquén, Argentina, y Presidente de la Comisión Episcopal Nacional de Misiones, sugirió a sus fieles que, como Santa Teresa de Lisieux, Patrona de las Misiones:

“Dejémonos tocar por el infinito Amor de Dios, para llegar a los demás y poder responder a sus necesidades”

Que los hijos de Dios no se escondan

El prelado dirigió estas palabras el 1 de octubre, memoria litúrgica de Santa Teresita del Niño Jesús y comienzo del mes misionero, en su homilía de la misa celebrada en la catedral diocesana. Refiriéndose en particular al lema elegido para este mes: "¡Aquí estoy! Envíame", Monseñor Croxatto explicó que esto implica otra pregunta, a saber, '¿Dónde estás?', tal como suele decir alguien que nos está buscando. Y se preguntó si quizás sea porque “¿nosotros, los hijos de Dios, nos estamos escondiendo?”.

Asimismo, recordó cuanto decía Santa Teresa:

“Jesús tiene sed, pero entre los discípulos del mundo sólo encuentra personas ingratas e indiferentes, pocos corazones se entregan a Él sin reservas, comprendiendo plenamente toda la ternura de su infinito amor”

Nuestra debilidad y pobreza humana

El prelado añadió que, en tiempos de pandemia, mientras "como sociedad, como humanidad, como comunidad, como personas estamos pasando por tanto dolor, tanto miedo", experimentando "nuestra debilidad humana y nuestra pobreza":

“Los fieles siempre tienen la certeza de que ´el Redentor vive` y que debemos confiarnos a Él, porque `Él jamás nos abandona’”

La misión como índice de la fe y el amor

Monseñor Croxatto señaló a continuación que "la misión es un índice exacto de la fe y el amor, dado que cuanto creemos y cuanto amamos se mide en la respuesta que damos a esa invitación ‘¡Aquí estoy! Envíame’". El presidente de la Comisión Episcopal Argentina para las Misiones reiteró que Jesús "sigue necesitando que lleguemos al corazón de muchos". Y preguntó:

“¿Estamos listos, entonces, para ser enviados a todas partes a testimoniar nuestra fe en Dios, el Padre misericordioso, a proclamar el Evangelio de salvación de Jesucristo, a compartir la vida divina del Espíritu Santo en la construcción de la Iglesia? ¿Estamos dispuestos, como María, la Madre de Jesús, a ponernos al servicio de la voluntad de Dios sin condiciones?”

Nunca nos desanimemos

Por último, citando nuevamente a Santa Teresa, el Obispo de Neuquén recordó: "Aunque no siempre logremos ser fieles, nunca nos desanimemos. Abramos nuestros corazones en este mes y que cada uno de nosotros, como Iglesia, responda con fuerza y alegría ‘Aquí estoy, envíame’".

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