La emoción en las palabras de los futuros nuevos cardenales
Emanuela Campanile y Fausta Speranza - Ciudad del Vaticano
Pura maravilla la de Monseñor Enrico Feroci que se enteró del futuro nombramiento como cardenal, mientras estaba en la sacristía poco antes de celebrar la misa a las 12.30. "Lo interpreté como un gesto del Papa, no hecho a mí personalmente, sino a todos los sacerdotes de Roma. Siempre se dice que el sacerdote es el que da las manos al obispo para tocar el Cuerpo de Cristo que es el Pueblo de Dios. Así que el Papa Francisco quería agradecer las manos de muchos sacerdotes. Creo que sí, estoy interpretando porque no creo que como persona pueda merecer este reconocimiento".
Seguir siendo lo que ha sido hasta ahora es el deseo de Monseñor Feroci, siempre sirviendo al pueblo de Dios. "Aún no he hablado y agradecido al Papa Francisco y espero poder hacerlo pronto. Soy párroco de Roma, creo que seguiré siendo el párroco de la parroquia del Divino Amor".
Monseñor Tomasi: responsabilidad y trabajo para la Iglesia
Entre los 13 nominados por el Papa ayer durante el Ángelus que forman la lista de los futuros cardenales, Olivier Bonnel se unió por teléfono a Monseñor Silvano Maria Tomasi, ex Nuncio Apostólico y ex Observador Permanente de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas e instituciones especializadas en Ginebra, la Organización Mundial del Comercio y la Organización Internacional para las Migraciones.
Monseñor Tomasi además, expresa la sorpresa con la que acogió la decisión del Papa Francisco y también la alegría al pensar que podría ser un reconocimiento del compromiso, no sólo personal, sino de la comunidad de la que formaba parte. Luego, el futuro cardenal subraya cómo el conocimiento de tal anuncio sugiere una renovada asunción de la responsabilidad de continuar contribuyendo al bien de la Iglesia.
Fray Mauro Gambetti: Me encomiendo a San Francisco
"El Papa bromea". Estas fueron las primeras palabras pronunciadas por Fray Mauro Gambetti unos minutos después del anuncio de su nominación por el Papa Francisco en el Ángelus. "Recibo esta noticia con gratitud y alegría en un espíritu de obediencia a la Iglesia y de servicio a la humanidad en un momento tan difícil para todos nosotros. Confío a San Francisco mi camino y hago mías sus palabras de fraternidad. Un regalo que compartiré con todos los hijos de Dios en un recorrido de amor y compasión hacia nuestro prójimo".
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