Polonia: en las iglesias se rezará por el país, sacudido por las protestas

Amedeo Lomonaco – Ciudad del Vaticano

No hay forma de detener las protestas en Polonia. La Iglesia también ha sido blanco de ataques y ha acogido con satisfacción la decisión del Tribunal Constitucional de que el aborto eugenésico no es compatible con la Constitución. A pesar de las estrictas restricciones sobre el coronavirus, el país ha sido escenario de manifestaciones masivas contra la sentencia del 22 de octubre pasado. Los manifestantes protestaron hoy en varias ciudades e incluso dentro de las iglesias. Tras la decisión del Tribunal Constitucional, sólo se permitirá la interrupción del embarazo en casos de violación o cuando la vida de la mujer esté en peligro.

La gratitud de los obispos al Papa

En este clima de fuerte tensión que ha sacudido a Polonia, se ha celebrado hoy la reunión del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Polaca. Los obispos expresaron su gratitud por las palabras del Papa Francisco quien esta mañana, después de la catequesis, los exhortó a rezar por la protección de la vida de todos, "especialmente de los más frágiles e indefensos". El Papa también recordó a San Juan Pablo II y sus llamamientos "para la protección de todo ser humano, desde la concepción hasta la muerte natural".

La Iglesia siempre estará del lado de la vida

En su comunicado final, la Conferencia Episcopal Polaca, subrayando la necesidad de proteger "a las madres y familias que reciben y crían a niños enfermos", destaca "el gran dolor" por la escalada de protestas, incluyendo "el lenguaje vulgar utilizado por algunos manifestantes", "la devastación de las iglesias, la profanación de lugares sagrados o el impedimento de llevar a cabo la liturgia en ellos". Hechos que se definen como "perturbadores". Se pide que se inicie un diálogo social respetuoso en el que todos puedan expresar su opinión "sin el uso de la violencia". "Hacemos un llamamiento a las parroquias, los movimientos católicos y otras organizaciones eclesiales para que tomen medidas concretas para atender a quienes necesitan y necesitarán esa ayuda, tanto individual como institucional. La Iglesia - subrayan los obispos - siempre estará del lado de la vida y apoyará las iniciativas que la protejan".

Buscando formas de salir

"En este momento dramático -escriben los prelados- pedimos a los políticos y a todos los participantes en el debate social que analicen en profundidad las causas de la situación que se ha producido y que busquen vías de salida en el espíritu de la verdad y el bien común, sin instrumentalizar las cuestiones de la fe y la Iglesia". Entonces gracias por los sacerdotes, los fieles laicos "que valientemente defienden sus iglesias" pero también las fuerzas de la ley y el orden. "La Iglesia quiere permanecer abierta a todos, independientemente de su afiliación social y política". Recordando el difícil momento del país vinculado al coronavirus, los obispos apelaron "a la solidaridad" y al respeto de las normas anti-Covid, expresando su gratitud a todo el personal sanitario. Finalmente la invitación a "ayunar, dar limosna y rezar por la paz social, con la intención de defender la vida, poner fin a la crisis actual y al desarrollo de la pandemia".

Protestas y oraciones

“En muchas iglesias de Polonia hoy en día los creyentes no pueden rezar. Y han sido privados por la fuerza del derecho a profesar la fe”. Esto es lo que Monseñor Artur Miziński, Secretario General de la Conferencia Episcopal Polaca, subraya a Vatican News, añadiendo que en las iglesias de Polonia se recitará una oración especial a Dios por la intercesión de María y de San Juan Pablo II: “A causa de los actos de profanación en las iglesias que tuvieron lugar el pasado domingo en Polonia, el presidente del Episcopado expresó su tristeza. En muchas iglesias, a los creyentes también se les impidió rezar hoy en día y se les quitó por la fuerza el derecho a profesar su fe. A partir de ahora, se recitará una oración especial en las iglesias de Polonia en la que se acogerá la tristeza y los problemas. Una oración de encomienda a Dios, por la intercesión de María y de San Juan Pablo II”.