Arzobispo de Antofagasta condena el incendio de la puerta de la Catedral
Alina Tufani - Vatican News
El 25 de noviembre pasado, paradójicamente, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en horas de la tarde, un grupo, principalmente conformado por mujeres que manifestaban en una marcha a lo largo de la ciudad de Antofagasta, llegaron a la plaza frente a la Catedral San José y lanzaron un lienzo encendido contra la puerta del templo, que afortunadamente causó daños menores.
El Arzobispado de Antofagasta, monseñor Ignacio Ducasse, en una breve declaración expresó su agradecimiento a todas las personas que han hecho llegar a la arquidiócesis sus expresiones de afecto, cercanía y preocupación, tras la quema y destrucción parcial de la puerta de la catedral de la ciudad.
“Las diversas expresiones de violencia que han ocurrido en nuestra ciudad y en el país, algunas de ellas con gravísimas consecuencias para las personas, no son el camino para construir una patria más fraterna y justa. Todas las reacciones violentas sólo destruyen los esfuerzos pacíficos por un cambio que ha resuelto democráticamente la ciudadanía”, expresó Mons Ducasse
Durante la jornada, miles de personas a lo largo del país se manifestaron para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En Antofagasta, al término de la protesta que había recorrido varias calles y plazas de la ciudad norteña, un grupo de manifestantes prendió fuego a uno de los lienzos utilizados en la marcha que fue lanzado contra la puerta de entrada de la Catedral San José. El cuerpo de Carabineros llegó al lugar para dispersar a las personas que se concentraban en el lugar y con el mismo carro lanza aguas se apagó el fuego que avanzaba hacia el interior de la catedral.
Hace poco más de un mes, en medio de las multitudinarias marchas en Santiago por el aniversario de la ola de protestas que llevaron al referéndum constitucional de octubre, dos templos católicos, Iglesia San Francisco de Borja y la Iglesia de la Asunción, una de las más antiguas de la capital, fueron quemadas por los manifestantes. En Antofagasta, en diciembre de 2019, un grupo de encapuchados atacó la iglesia basílica Corazón de María, en Antofagasta destruyendo estatuas, bancas y dejando grafitis ofensivos en los muros. Estos actos vandálicos contra iglesias en medio de protestas lamentablemente no son nuevos en el país, actos violentos a los que se refiere monseñor Ducasse en su breve comunicado.
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