Navidad. Los obispos hondureños invitan a los fieles a mirar a José
Anna Poce y Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
La Conferencia Episcopal de Honduras, en su mensaje navideño dirigido a los fieles y a todas las personas de buena voluntad, difundido en su página de Facebook, expresa una vez más "el deseo de paz, plenitud de vida y alegría, que nos da la salvación de Dios", y lo hace en un momento de gran angustia, temor, debido a la propagación de la pandemia del coronavirus, y dolor, generado por las dos tormentas tropicales que azotaron el país en el último mes. En tal contexto, el Episcopado se pregunta: "¿Cómo podemos proclamar, verdaderamente, que el Señor es el Dios con nosotros, el Emmanuel?"
Los obispos nos invitan a mirar a José, su perplejidad. Como el Papa Francisco recordó en su Carta Apostólica Patris Corde - enfatizan - "José 'sabe' que Dios es bueno con todos y que su ternura llega a todos y por lo tanto 'cree contra toda esperanza' que esta bondad de Dios se realiza a través de nuestras debilidades y aprende a aceptar su debilidad con intensa ternura".
San José
José, el que acoge a "Jesús en medio de nosotros como un regalo del Padre", es descrito en la carta como "el hombre que pasa desapercibido", "discreto y oculto". Nos recuerda a las muchas personas - explican los prelados - "que por su servicio han hecho y hacen visible que ante la enfermedad y la fuerza de la naturaleza no estamos solos". La gente, cuya ternura y cuidado reflejan el de Dios.
Coronavirus y dos huracanes
"Sin embargo, si estamos agradecidos a tantas personas que en los momentos más difíciles de enfermedad y tormentas se han entregado con todo su entusiasmo al servicio de los demás, también estamos profundamente impresionados por los episodios de corrupción y egoísmo", los obispos observan que "han revelado los graves límites de nuestras estructuras judiciales".
Por ello, ante estas carencias, ante la fragilidad de las estructuras sanitarias, que también han mostrado "dolorosas y profundas desigualdades", presentes también en el ámbito de la educación, invitan a todos a una profunda renovación, recordando cómo Dios con nosotros nos exhorta a todos a afrontar estas carencias y a "asumir la tarea de sembrar justicia y solidaridad".
Navidad 2020
En conclusión, el mensaje recuerda que las celebraciones navideñas de este año serán diferentes en cuanto a horarios y número de participantes, así como las diferentes reuniones familiares y actividades tradicionales, que deberán realizarse con gran cuidado para no ser ocasión de contagio; y que los párrocos deberán acompañar y guiar a los fieles, para que no se sientan culpables por no haber celebrado, como todos los años, la noche de Navidad.
"A pesar de su perplejidad, José trajo a su esposa a casa", concluyen los obispos. Por lo tanto, también nosotros, "en nuestra perplejidad, llevemos a María en nuestros corazones".
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