Sanación de la Tierra tema del Día de oración en Solidaridad con los Pueblos Indígenas
Alina Tufani - Ciudad del Vaticano
“Estamos llamados a vivir en solidaridad con todos los pueblos. Estamos llamados a respetar, proteger, defender y nutrir la unidad de toda la Creación de Dios”. Bajo esta premisa el Consejo Indígena Católico Canadiense propone la “Sanación de la Tierra” como tema del Día Nacional de Oración en Solidaridad con los Pueblos Indígenas 2020, que se celebra cada año, desde el 2002, el 12 de diciembre, Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América.
“Juntos compartimos un hogar común, la Madre Tierra, y todos dependemos de ella para nuestra existencia. Seguimos enfrentándonos a amenazas muy reales a nuestra ecología y estilo de vida, que nunca han sido más evidentes mientras vivimos la actual pandemia de Covid-19. Debemos unirnos como una sola familia humana” , dice el mensaje de la Conferencia de Obispos Católicos de Canadá (CCCB)
La Iglesia canadiense recuerda que el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si asegura que "la humanidad todavía tiene la capacidad de trabajar unida en la construcción de nuestra casa común". Y agrega que "recurrimos a la Tierra en busca de sustento: refugio, comida y medicinas. Y cuando muramos, nuestros cuerpos regresarán a la Tierra donde residen nuestros antepasados mientras esperamos estar con Dios en el Cielo para siempre ”.
En este contexto, el mensaje recuerda que los pueblos indígenas tienen en el centro de sus “historias de creación” la Tierra, sus relación con todas las cosas y el universo. “Dios el Creador hace la Tierra en un buen lugar” explica la nota al asegurar que todos los pueblos del mundo reconocen a Dios como Creador de todas las cosas. “También existe la relación con todas las cosas de la Tierra y el universo. Este es nuestro hogar común: la luna y las estrellas, el sol, el viento y el agua, y la tierra. Y como gente de la tierra que compartimos diariamente entre nosotros, Dios nos reúne en este lugar” - afirma el mensaje
Pero también hay otra relación de Dios con la Tierra, que es el centro del mensaje del Consejo Indígena Católico Canadiense de este año, es decir , la curación, la sanación, pues Dios envió a su único Hijo, Jesús Cristo, para “guiarnos en el camino de la curación y restaurar la relación con Dios, con otros pueblos y con toda la creación”. Una relación que es ejemplificada en el mensaje con varios pasajes evangélicos.
“Jesús usó barro de la tierra para curar a los ciegos. Entró en el desierto y a las montañas para ayunar. Usó pan y algunos peces para alimentar a miles de personas. Trabajó con el viento y el agua. Jesús estaba en plena relación con todas las cosas de la creación. Aprendemos de Él sobre el camino del sanador, amigo, profeta y maestro”.
Una “relación amorosa" de Dios con todos sus Hijos que fueron creados a su imagen y semejanza, un don que llama a la humanidad no solo “buenos administradores de la tierra, sino que también a traer sanación” y con ella, una “conversión ecológica”, como la que enseña el Papa Francisco y que “requiere la promoción y el respeto de derechos humanos - individuales y colectivos”. Esto significa defender a los pueblos cuya forma de vida depende de la tierra, y defender los derechos de las personas que son víctimas de explotación.
“Reconocemos la benevolencia del Creador, que nos ha proporcionado los dones de la Tierra, agua, fuego y aire. Estamos agradecidos por todo lo que nos ha proporcionado. Expresamos nuestro gratitud a través de nuestras vidas de oración, canto, danza, historia, ceremonia y ritual”, concluye el mensaje de la CCCB.
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