Segundo domingo de Adviento: Juan Bautista nos lleva a Jesús
Comentario del Evangelio
Es interesante que los muchos que acudían a él, poco les importaba que predicara en el desierto y que viviera en un lugar apartado y selvático. Juan no huye de las multitudes, sino que les ofrece la oportunidad a los pecadores de recorrer ese camino de arrepentimiento.
Enfrentarse con la propia verdad
En cierto sentido Juan el Bautista no adorna ni esconde la verdad. La gente lo busca porque encuentra en sus palabras al que habla la verdad, al que muestra el camino correcto.
Juan Bautista nos ofrece una gran lección a todos nosotros, hombres y mujeres de fe, quienes en vez de enfrentar con valentía nuestros pecados, los escondemos o justificamos. Es probable que en este tiempo de Adviento debamos salir de nuestra propia imagen y buscar al Bautista en el desierto. Quizá, debamos armarnos de valor y arrepentirnos del mal que hacemos a otros o a nosotros mismos.
Disminuir para que centremos nuestra mirada en Jesús
He mencionado que el Evangelio resalta a Juan el Bautista, pero, como si de una gran lección de humildad se tratara, el Bautista elige disminuir y salir de la escena para que todas nuestras miradas se fijen en Jesucristo. Para que veamos las obras y escuchemos las palabras de quien nos bautizará con el Espíritu Santo.
Juan el Bautista nos enseña el camino de Aquel que ha de venir. Que nuestra espera sea gozosa y llena de esperanza.
Francisco Díaz SJ
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