Caná, celebrada la misa para conmemorar el primer milagro de Jesús
Tiziana Campisi - Vatican News
"Aquí en Caná de Galilea, estamos invitados a comprender el pleno valor del amor humano, a partir del amor que Dios tiene por su pueblo y por toda la humanidad, que es como el amor del esposo por la esposa": lo dijo ayer el Custodio de Tierra Santa, Fray Francesco Patton, presidiendo una misa solemne en el santuario de Caná de Galilea, en el pueblo árabe de Kafr Kana, para conmemorar el primer milagro de Cristo. Según el Evangelio de Juan, Jesús, invitado a un banquete de boda, convirtió el agua en vino, instado por María, su madre, que le había señalado el inconveniente de la falta de vino (Jn 2, 1-11). Como refiere el portal de la Custodia de Tierra Santa, Fray Patton evidenció que el episodio evangélico invita a descubrir que la relación personal con Dios debe ser también una relación de amor, una relación nupcial, y luego recordó que este año, como anunció el Papa el 27 de diciembre pasado, fiesta de la Sagrada Familia, el año dedicado a la Familia Amoris laetitia comenzará el 19 de marzo, inspirado en el ideal de amor conyugal y familiar encarnado por Jesús, María y José y subrayado en la Exhortación Apostólica a cinco años de su promulgación. Por esta razón, el Custodio de Tierra Santa exhortó a rezar por todos los novios y los esposos del mundo, y en particular por "las familias y los matrimonios en crisis, situaciones en las que falta el vino de la alegría, el amor y el servicio mutuo".
El Custodio de Tierra Santa señaló a continuación que el evangelista Juan coloca el pasaje del Evangelio de las bodas de Caná al comienzo del ministerio de Jesús para dejar claro que el matrimonio entre Dios y su pueblo se realiza en la vida, en el ministerio y en la Pascua de Jesús. Luego añadió: "Estamos hechos para un amor infinito. Estamos hechos para recibir el amor de Dios y corresponderlo en una relación tan intensa y personal que sólo podemos encontrar una similitud en la imagen del matrimonio".
Debido a las restricciones impuestas por la emergencia del coronavirus, a la celebración sólo asistieron los frailes de las comunidades de Galilea, entre ellos los de Nazaret, del Monte Tabor, de Tiberíades y de Haifa. Cada año, durante esta misa, muchas parejas abarrotaban la iglesia y renovaban sus votos matrimoniales. "Se celebraba de una manera especial", relata el párroco, Fray Haitham Franso Yalda Hano, "Muchos cristianos de Galilea venían a renovar sus votos matrimoniales y el pueblo esperaba con ilusión esto". Dada la ausencia de los feligreses, para cumplir con las medidas sanitarias, el párroco aseguró que se dará un certificado especial a las familias durante la Cuaresma, durante la visita para la bendición de las casas.
La iglesia de Caná es un punto de referencia para más de tres mil cristianos locales, de los cuales 700 son católicos y los demás greco-ortodoxos y melquitas. Para respetar las normas anti covid, que permiten presencia limitada, las misas de los domingos se transmiten actualmente en la página de Facebook del santuario, cerrado debido al confinamiento. En el convento contiguo prestan servicio tres franciscanos de la Custodia de Tierra Santa. Desde época bizantina varios testigos hablan de Kafr Kana como el lugar del primer milagro de Jesús, pero no hay noticias ciertas en los cuatro siglos precedentes. En 1641 los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa adquirieron legalmente el Lugar Santo, pero sólo en 1862 lograron tomar posesión de él. En 1879, sobre las ruinas de una antigua basílica, se construyó la nueva iglesia con un convento, ampliada posteriormente entre 1897 y 1905. El altar de mármol y los frescos del Nazareno son obra de artistas bávaros, y como el párroco era de Salzburgo, se inspiró en la fachada de la catedral de su ciudad. Las excavaciones arqueológicas, llevadas a cabo en 1969 por el Padre Stanislao Loffreda y en 1997 por el Padre Eugenio Alliata, sacaron a la luz un patio y los restos de una sinagoga con mosaicos con figuras geométricas y granadas. El lugar de culto se construyó sobre los restos de viviendas anteriores (siglos I a IV d.C.) y tenía un atrio porticado con una gran cisterna en el centro, que aún se conserva hoy en día. Debajo de la iglesia actual están los restos de una casa, donde se presume que tuvo lugar el primer milagro de Jesús. Estos restos se han transformado en una cripta.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí