Curiel: Religiosos. Sean signos visibles, discípulos y misioneros del Señor
Ciudad del Vaticano
En Bolivia, ante la próxima celebración, el 2 de febrero, de la XXV Jornada Mundial de la Vida Consagrada, Mons. Carlos Curiel, responsable de la Vida Consagrada, envió un mensaje de felicitación y ánimo para continuar con la misión al servicio de Dios y su Iglesia.
En un video, el prelado saludó a los consagrados con un mensaje lleno de gratitud y fraternidad, y les dijo que, con la fuerza del Espíritu Santo, permanezcan unidos como lo pide el Señor. Asimismo invitó a mantener la escucha de la Palabra de Dios y meditarla en el corazón para vivirla desde el carisma de cada uno: “Para que podamos ser aquello que nos dice el Papa: fermento en la masa de la humanidad, fermento que genere vida, que genere esperanza; y sobre todo en estos tiempos, en los que la hemos pasado muy difícil, hemos sufrido mucho, incluso hemos perdido hermanos. Pidamos al Dios de la Vida que podamos abrir el corazón, con humildad y sencillez, para que Él sea nuestra fortaleza y esperanza”.
Trass recordar las palabras del Papa Francisco que expresa que los religiosos y religiosas deben ser capaces de despertar a la humanidad, que puede estar dormida por muchas dificultades y problemas, Mons. Curiel invitó a abrir el corazón para que la fuerza del Espíritu, en medio de las dificultades, en medio de la pandemia se continúe caminando con alegría en la esperanza y firmes en la fe. “Con nuestra vida, desde nuestros carismas, comuniquemos la alegría del Evangelio”. Y pidió que los religiosos sean "signos visibles, discípulos y misioneros del Señor".
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