Los deseos de paz del Patriarca copto católico

Olivier Bonnel - Ciudad del Vaticano

En Egipto, los coptos celebran la Navidad el 7 de enero según el calendario juliano vigente para las iglesias orientales. Algunos católicos coptos, especialmente en el Alto Egipto, celebran la Navidad este día, mientras que otros católicos coptos en El Cairo o Alejandría celebraron la Navidad en la noche del 24 de diciembre, según el calendario gregoriano. Una festividad vivida, como en muchos lugares, en un contexto difícil debido a la pandemia de Covid 19. Sin embargo, el Patriarca copto católico, Ibrahim Isaac Sidrak, desea recordarnos que lo principal es mirar con confianza al futuro.

"Por supuesto que no somos libres de movernos debido a esta pandemia, es difícil encontrarse y tenemos miedo, pero esto es así en todo el mundo", explica Su Beatitud Sidrak, para quien este contexto de la epidemia "disminuye un poco la alegría de la celebración de la Navidad, pero esto no nos impide vivir la alegría interior".

Interrogado sobre sus esperanzas para para el año 2021, el Patriarca copto católico Sidrak explica que su deseo es que "la persona recupere su humanidad", que su dignidad sea siempre puesta en primer lugar. Releyendo la crisis actual, expresa la esperanza de que sea "útil, para que el hombre no piense sólo en la vida material, la guerra o la competencia, sino que esté convencido de que no se puede vivir solo, que no se puede vivir sin diálogo". Asimismo, manifiesta el deseo de que la familia siga siendo una entidad considerada y "recupere su vitalidad" para contribuir a la sociedad.

Fratelli tutti, una brújula para el futuro

El Patriarca Sidrak se refiere también a la Encíclica Fratelli tutti del Papa Francisco, cuyo texto es clave para el futuro. Egipto, a través del Imán de Al Azhar, compañero del Papa Francisco en este camino de diálogo interreligioso, recibió este texto muy positivamente. La Encíclica Fratelli tutti es la continuación de la Buena Nueva del Evangelio", afirma, "el Papa Francisco explica cómo vivir como hijos de Dios. Según Su Beatitud Sidrak  "el diálogo es un camino necesario hoy en día para la humanidad, con el fin de que cada persona pueda respetarse mutuamente" para contribuir a la sociedad.

Finalmente, mientras señala "la necesidad de superar los malentendidos de la historia", observa los progresos realizados en Egipto,  en el ámbito interreligioso y a nivel de la misma sociedad. "Muchos musulmanes han cambiado su forma de hablar de los cristianos", subraya Su Beatitud Sidrak, "nos sentimos más ciudadanos egipcios y cristianos, con más respeto". La labor que queda por hacer en Egipto es llegar a las categorías más pobres, donde la desconfianza hacia el otro suele ser todavía fuerte.