Venezuela: Iglesia invita a una Jornada de oración para reavivar la esperanza

Alina Tufani - Ciudad del Vaticano

Los obispos de la Conferencia episcopal venezolana (CEV), al final de su Asamblea Plenaria, el pasado 11 de enero invitaron a los fieles a mantenerse fortalecidos en Dios y participar en una Jornada nacional de oración y reflexión que se realizará el martes, 2 de febrero, bajo el lema ““Reavivar la esperanza en Venezuela”.

 “Que nuestras plegarias fortalezcan la fe y la esperanza y nos alcancen de Dios que podamos resolver nuestros conflictos de manera pacífica, en una sociedad donde nos reconozcamos unos a otros como hermanos”, se lee en la invitación de los obispos al final de su Exhortación Pastoral “Ante la grave situación que atraviesa el país” donde se ilustra detalladamente las dificultades y sufrimientos que vive la nación suramericana.

La cita - refiere una nota de prensa de la CEV - será también una ocasión para el encuentro de todos los venezolanos dentro y fuera del país, en un mismo sentimiento de fe, cercanía y esperanza. Bajo este criterio, la Jornada Nacional de Oración y Reflexión, se presenta como una oportunidad para reavivar el amor, la solidaridad y la esperanza entre hermanos de un mismo país, y que cada familia en cada hogar, pueda elevar en una plegaria unísona, la fe de los hijos de Venezuela que claman por reinstaurar en el país, como las definió San Juan Pablo II,  las “cuatro condiciones esenciales que constituyen la paz: la verdad, la justicia, el amor y la libertad”.

También en el marco de la próxima Beatificación del Dr. José Gregorio Hernández, modelo de servicio, de opción por los pobres y ejemplo de fe, esta Jornada se presenta como una ocasión para el encuentro, desde el compromiso que asume la Iglesia en Venezuela, de dedicar tiempo hasta el día de la ceremonia de beatificación “para encontrarnos, dialogar y buscar las maneras para que nuestra reconciliación nos ayude a superar en justicia lo que se debe dejar a un lado”.

La Beatificación del Médico de los Pobres “debe ser una hermosa ocasión no para que quede en los anales de la historia como un evento significativo”, sino que debe tener la finalidad de “refundar a Venezuela con los principios de la nacionalidad inspirados en el Evangelio”.