100 años al servicio del arte cristiano

Paolo Ondarza - Ciudad del Vaticano

La Escuela del Beato Angélico, fundada en Milán en 1921 por monseñor Giuseppe Polvara con el compromiso de irradiar la fe cristiana a través de la expresión artística, en todos sus campos de aplicación: pintura, escultura, arquitectura y ornamentación, celebra su centenario. Para celebrar su primer centenario de actividad, el instituto organiza dos actos: el 16 de febrero, de 18:00 a 19:30, tendrá lugar el seminario web presentado por el presidente Monseñor Luca Bressan, vicario episcopal de la Diócesis de Milán, titulado "Por la belleza de la casa del Señor. Jóvenes estudiosos releen 100 años de historia". En cambio, el 18 de febrero, en el día de la memoria litúrgica de Fra Giovanni da Fiesole, el "Beato Angélico", a las 17.30 horas, el arzobispo de Milán, monseñor Mario Delpini, celebrará una misa en la iglesia de la Transfiguración de la capital lombarda.

Formación artística y espiritual

Todavía hoy, el espíritu de Giuseppe Polvara, sacerdote ambrosiano, pintor y arquitecto, guía la visión de la Escuela creando una comunidad de artistas formados en la excelencia técnica y espiritual. El resultado son obras con alma y mensaje, un arte sagrado con sólidas raíces culturales, que combina el trabajo de taller y la oración litúrgica, siguiendo el adagio benedictino de Ora et Labora.

Diálogo Iglesia-arte

 "En 1921", explica a Vatican News el director de la Escuela Beato Angelico, Don Umberto Bordoni, "Giuseppe Polvara tenía en mente reiniciar un diálogo serio entre la Iglesia y las artes. Reunió a los mejores artistas de Italia y, como un pionero, comenzó a formarlos. El contexto de aquella época no es muy diferente del nuestro. Como Iglesia sentimos la necesidad de reanudar el diálogo, anhelado por los últimos pontífices, con el arte y la sociedad contemporánea".

Una escuela viva

A lo largo de los años, la Escuela del Beato Angélico, también a través de la difusión de la revista científica Arte Cristiana, fundada en 1913 por el futuro cardenal Celso Costantini, ha sabido integrar sus importantes raíces históricas con una fuerte apertura hacia la modernidad y la comunicación, convirtiéndose en un influyente y autorizado centro de difusión cultural. "La Escuela - continúa el padre Bordoni  - sigue viva. Ha estado entre los protagonistas del movimiento litúrgico y quiere continuar el diálogo en favor del arte cristiano. Nuestra tarea sigue siendo el desafío de entrar en el lenguaje de la contemporaneidad, con aperturas sobre la cultura visual, sobre el cine, sobre la dramaturgia de lo sagrado, sobre lo que el arte contemporáneo nos pide como reflexión".

El Anuncio a través del arte

"En 100 años la Escuela ha construido muchas iglesias: ha estado presente en los edificios sagrados con mosaicos, pinturas, ornamentos, mobiliario, vidrieras. Ha tenido una producción muy constante en Italia y en el extranjero. Hoy en día seguimos produciendo con una mayor atención a la restauración, a la puesta en valor de los bienes culturales y a su utilización desde el punto de vista turístico y cultural. Ya no se construyen muchos edificios culturales nuevos. Queremos dedicarnos a la conservación y potenciación de la inteligencia cultural y a la proclamación pastoral a través de los bienes culturales".

El arte sagrado hoy

Hoy, como en los días de la fundación, los desafíos de la Escuela Beato Angelico son grandes. "Tenemos una deuda con monseñor Giuseppe Polvara: más que un teórico -explica el padre Umberto Bordoni- fue un promotor concreto del arte cristiano. El gran reto actual no es tanto teórico, sino de producción, de diálogo efectivo, de instituciones culturales que se hagan presentes en el ámbito del arte contemporáneo y de la arquitectura de lo sagrado. Es el arte cristiano, y el arte como tal, lo que constituye una cuestión profunda y decisiva para el camino de la Iglesia en el tiempo presente".