2 de febrero: Obispos de Brasil organizan Jornada de Oración contra el Covid-19

Ciudad del Vaticano

“Mantener la luz de la esperanza. Rezando por Brasil en tiempos de pandemia”, es el título de la Carta que envió el Secretario General de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), Monseñor Joel Portella Amado, Obispo Auxiliar de Río de Janeiro, a sus hermanos en el Episcopado ante la difícil situación que el país está atravesando por los efectos de la pandemia del Covid-19 y que es difícil percibir la tan buscada luz al final del túnel. Por ello, como Iglesia, se lee en la Misiva, estamos invitados a ayudar al pueblo brasileño a atravesar esta noche oscura. Para ello, tras escuchar algunas consideraciones y peticiones, la CNBB propone una jornada nacional de oración que tendrá lugar el 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor.

Programación a nivel nacional

La CNBB ha elaborado “una programación a nivel nacional, en parte transmitida por las televisiones de inspiración católica y las redes sociales y en parte realizada en las diócesis”. A nivel nacional se han organizado diferentes momentos de oración y reflexión, todos ellos transmitidos por las Redes Sociales de la CNBB.

El Presidente de la CNBB, Monseñor Walmor Oliveira de Azevedo, presidirá una misa en el Santuario de Nuestra Señora de la Piedad a las 9 de la mañana, transmitida por la TV Pai Eterno e Evangelizar. Por la tarde, a las 17 horas, será el momento del webinar sobre las fuentes de ánimo en tiempos de pandemia. Por la noche, a las 19 horas, se rezará el Rosario desde el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, transmitido por TV Aparecida, momento en el que la CNBB pide que en cada casa, en la medida de lo posible, se coloque una vela encendida en una de las ventanas, para que la pequeña luz pueda ser vista por otras personas. La jornada finalizará con una oración en la capilla de la sede de la CNBB a las 21:00 horas.

Oración por la Vida Consagrada y las víctimas del Covid-19

“Consciente de que el mismo día daremos gracias a Dios por la vida consagrada – concluye el Secretario General de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil – les recuerdo que no se trata de celebraciones superpuestas, sino de integración en vista de la única misión de toda la Iglesia. Que Dios bendiga a los consagrados y consagradas, suscitando nuevas y santas vocaciones”.