Colombia. Obispos piden al gobierno respuesta integral para la región del Choco
Ciudad del Vaticano
“No podemos seguir arrastrando una historia de olvido y de desprecio que alimenta la violencia, la muerte, con todo lo que hay alrededor (…) La Iglesia quiere colaborar, quiere acompañar, pero le corresponde a los gobiernos nacional, departamental y local hacer lo propio, para que estas comunidades vayan resurgiendo y encuentren el camino de la redención”, es el llamamiento que realizaron en un video-mensaje difundido este 22 de febrero, los Obispos de la región de Antioquia y Chocó, Colombia, quienes piden con claridad y contundencia al Gobierno Nacional que mire con mayor atención estos territorios tan golpeados por la violencia, especialmente a la subregión del Baudó.
Acompañando a las comunidades del Río Baudó
La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) informó a través de una nota publicada en su página web que, desde el 22 de febrero y hasta el viernes 26 de este mes, Monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, Obispo de Quibdó; Monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, Obispo de Istimina – Tadó, y Monseñor Hugo Alberto Torres Marín, Obispo de Apartadó, se encuentran realizando un acompañamiento de escucha a las comunidades del Río Baudó, que son víctimas de la disputa territorial entre el ELN y Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC). Al lamentar el asesinato de la Indígena Luz Aida Concha, de la comunidad Miacora, los Obispos hacen un llamado a los grupos al margen de la ley para que paren esta ola de violencia y miren el sufrimiento causado a las comunidades.
Monseñor Barreto: La respuesta que se pide debe ser integral
Por su parte, Monseñor Juan Carlos Barreto, en diálogo con el Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, señala algunos factores que siguen aterrorizando a las comunidades de estos territorios chocoanos: “asesinatos, minas antipersonales, reclutamiento de menores, desplazamiento, confinamiento, amenaza a líderes y comunidades”. Frente a este panorama, observa que la presencia de los Obispos en estos territorios, “además de acompañar a las comunidades”, también permite “visibilizar la situación y hacer incidencia ante la Comunidad Internacional y el Estado colombiano. La respuesta que se pide es integral”.
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