Costa Rica. Obispos lamentan el deterioro de la calidad de vida
Alina Tufani - Ciudad del Vaticano
La realidad nacional marcada por las consecuencias de la pandemia de Covid-19, en el marco del año electoral y las repercusiones de la negociación con el Fondo Monetario internacional centraron el mensaje de los obispos de la Conferencia episcopal de Costa Rica (CECR) , al concluir su Asamblea Plenaria, realizada del 222 al 26 de febrero, en la capital, San José, en el año de su Centenario de evangelización. "Fraternidad y Caridad para encontrarnos con el hermano", se titula el documento que en cuatro páginas retrata la difícil situación que actualmente atraviesa el país, sobre todo por el "deterioro de la calidad de vida “ del pueblo costarricense.
“Un desempleo histórico de cerca de medio millón de personas es, quizás, el reto más grande y apremiante por solucionar. El desempleo genera pobreza, impide llevar el pan a la mesa de nuestras familias e impide el desarrollo integral que requiere el ser humano” – escriben los obispos que se dicen solidarios con cada uno de los desempleados.
En este contexto, el llamado a las autoridades del gobierno a tomar decisiones que respondan de manera integral y permanente a los problemas que subsisten, especialmente, un apelo a los candidatos llamados a participar en las elecciones presidenciales de febrero de 2022 para que pongan al servicio del país “los mejores conocimientos, experiencia y capacidad” a con honestidad y transparencia.
Las negociaciones con el Fondo Monetario internacional, uno de los temas tratados en el documento del episcopado, son vistas como una oportunidad para la unidad del país, a través del diálogo y el entendimiento y no para “dividir al país, ni envolvernos en una desinformación que nos separe”. De allí el llamado a los gobernantes para que “procuren salvaguardar la justicia y saber acoger lo que se dio como fruto del diálogo multisectorial”, en el que – como puntualiza el documento– fue acompañado por la Iglesia en su compromiso social.
“Arraigados en nuestra tradición democrática, transitando por los caminos de la solidaridad, es fundamental empeñarse en superar la triste marca de ser uno de los países más desiguales de América Latina. Mediante políticas efectivas y sostenibles, aspiremos a reducir sustancialmente la pobreza, para que cada día sean más las personas que vivan dignamente”- enfatiza la CECR al recordar que de cara al Bicentenario de la Independencia es necesario consolidar una Costa Rica con justicia social.
Los obispos de Costa Rica, al hablar de la pandemia de Covid-19 destacan aspectos positivos como el uso de los medios tecnológicos y digitales en la Evangelización ante las exigencias sanitarias: “Ha quedado claro que la vida de la Iglesia ha continuado”, afirma el mensaje que insiste en la necesidad de "aprovechar las herramientas que, fruto del ingenio humano, Dios concede para que sirvan de manera fructuosa a la humanidad”.
La CECR reafirma su compromiso con los obispos de Centroamérica en su ayuda y solidaridad para con los migrantes de la región. “Hacemos un llamado a los gobiernos para la protección de la vida humana, que especialmente pongan atención al cuidado de las mujeres y los niños migrantes”, se lee en el mensaje. Al mismo tiempo, los obispos hacen un llamado al pueblo costarricense para que elimine todo tipo de discriminación con los migrantes.
El mensaje de los obispos de Costa Rica concluye con una invitación a buscar, en esta Cuaresma, la “auténtica conversión que hace brotar corazones renovados, dóciles a la acción transformadora del Espíritu” y a ser solidarios, sobre todo, con las personas que han sido afectadas por la pandemia.
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