Vida Consagrada. CLAR: “la hermana Dolores ilustra nuestra misión"
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
En el día en el que se celebra la XXV Jornada Mundial de la Vida Consagrada, la Confederación Latinoamericana de Religiosas y Religiosos (CLAR) se ha querido unir a la celebración agradecida del don de su vocación.
“Con frecuencia nos preguntamos: ¿dónde está la Vida Consagrada? El eco de esta pregunta tuvo una respuesta elocuente el pasado domingo 24 de enero en la ceremonia de convocatoria a la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe” escribe la Presidencia de la CLAR en un comunicado. El evento al que se refieren es, cuando unos minutos antes de comenzar la ceremonia vía la plataforma virtual Zoom, la hermana Dolores Palencia llamó y dijo: “creo que no podré acompañarles todo el tiempo en la celebración, porque acaba de llegar un tren cargado con 160 migrantes centroamericanos y debo ir a acogerlos”. La hermana Dolores, que se encontraba en la frontera entre México y Estados Unidos, “se constituyó en el contexto, en la tierra en la cual la Iglesia del Continente quiere sembrar su Sí renovado” escribe la CLAR, señalando que su voz “les sonó a auténtico Evangelio”.
Por eso hoy, día en el que celebran su identidad y se renueva su llamada, han querido recordar el lugar en el que indeclinablemente deben estar las/os Consagradas/os: “Quedémonos ahí, donde resuena la Palabra, junto al Sagrario y lo humano; allí donde se saborea el Evangelio, en esas parcelas en las que el pueblo pobre nos revela lo fundamental del Reino. Quedémonos orantes y a la escucha de nuestro Dios. Allí en el lugar de la contemplación y de la escucha”.
Además, advierten de “no caer en la tentación de los primeros puestos”, “ni en la idolatría del individualismo”, “ni en la sumisión de las masas”. “Ubiquémonos ahí – continúan – en donde la relación es gratuita y se ofrece generosa para todas y todos. Donde el abrazo no invade y el don no se calcula”.
En el comunicado además recuerdan que se debe “defender la democracia, la libertad de expresión y de conciencia, los derechos humanos” y que su prioridad deben ser los migrantes y refugiados, los desplazados, las personas víctimas de trata y las minorías discriminadas”. “Que las opciones de Jesús sean las nuestras” aseguran.
Por último, destaca su invitación a “agradecer hoy de manera especial, la existencia de todos los religiosos y religiosas que han ofrecido su vida en el marco de esta pandemia, de todos los que han muerto y de los que continúan peregrinando en solidaridad y compromiso, cerca de las poblaciones más afectadas”.
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