Argentina celebró al Santo Cura Brochero
Imitar el "celo misionero, predicación evangélica y una vida pobre y entregada": este 16 de marzo, el obispo castrense argentino Monseñor Santiago Olivera en el marco de la memoria litúrgica de San Gabriel del Rosario Brochero, dirigió una carta a los capellanes castrenses, destacando la importancia de asumir su ardor misionero.
Según el prelado, esa actitud debe suponer, un ir “en salida para tocar el corazón de cada fiel para que se encuentre más con Jesús”, invitando a poner en juego la creatividad e imaginación para poder evangelizar en este tiempo de pandemia.
San José Gabriel del Rosario Brochero, o simplemente el Cura Brochero como es conocido en Argentina, fue ordenado sacerdote el 4 de noviembre de 1866. Puede ser considerado como ejemplo de misionero en medio de sus paisanos, como alguien que hacía realidad la Iglesia en salida que hoy promueve aquel que le canonizó, el 16 de octubre de 2016, el Papa Francisco, argentino como él y admirador de la figura de alguien que no dudaba en ir al encuentro de la gente a lomo de una mula, para escuchar, para compartir el mate y con él las alegrías y tristezas del día a día.
Una pastoral "de cuerpo a cuerpo"
Tal como informa el Celam, aquel que es patrono del clero argentino siempre quiso ser uno más en su comunidad, incluso en su vestimenta, siempre cubierto por el poncho típico de los gauchos. Estar entre sus paisanos era una forma de llevar la buena noticia a todos, también a aquellos que estaban distantes, física y espiritualmente, a aquellos que formaba parte de las periferias.
Agustín Sánchez, seminarista de la diócesis de Cruz del Eje, recuerda los testimonios comunes en la región, que “cuentan de él que siempre se acordaba los nombres, las historias, se preocupaba por ellos cuando invitaba a los ejercicios”, calificando su pastoral como de “cuerpo a cuerpo”.
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