No a la construcción de un muro para frenar a los inmigrantes de Haití

Isabella Piro-Ciudad del Vaticano

No a la construcción de una doble valla perimetral entre República Dominicana y Haití, para frenar la migración irregular desde la isla centroamericana: así lo piden numerosas organizaciones eclesiales y civiles del mundo en una carta abierta a Luis Rodolfo Abinader Corona, presidente de República Dominicana. Entre ellos, el Servicio Jesuita a Refugiados, la Arquidiócesis de Miami, los Misioneros Scalabrinianos, así como los evangélicos de la Comisión Argentina para los Refugiados y Migrantes y la Red de Derechos Humanos de Estados Unidos. La construcción de la barrera fue anunciada por el presidente Abinader Corona el pasado 27 de febrero, en un discurso ante la Asamblea Nacional: un anuncio ante el que los firmantes de la carta expresan su "preocupación". Las crisis políticas recurrentes en Haití, así como las dificultades en las que se encuentra actualmente la isla, crean nuevos "desafíos migratorios" que el Estado dominicano debe abordar "respetando los derechos fundamentales de los seres humanos".

Medidas "como la construcción de muros, ancladas en el paradigma de la seguridad nacional y alejadas de un enfoque basado en los derechos", continúa la carta, "generan y agravan los problemas migratorios, en lugar de aportar soluciones reales, respetuosas, equitativas y justas". De hecho, si el muro se levantara, provocaría "el aumento de la corrupción y el crimen organizado transnacional; el incremento del tráfico y la trata de personas; el agravamiento de la discriminación contra los dominicanos de origen haitiano; el crecimiento de la pobreza en familias cuyas fuentes de ingresos e incluso de supervivencia dependen de las actividades al otro lado de la frontera". Un muro, además, "legitima el discurso de odio y la violencia de nacionalistas y extremistas y genera desinformación xenófoba".

Lo que se necesita ahora, en cambio -reiteran los firmantes-, es "un mayor sentido de integración latinoamericana y caribeña en los países de la región", una integración basada "en la corresponsabilidad, la cooperación, la fraternidad y la solidaridad entre los pueblos", ante la cual "es inaceptable la construcción de un cerco". Subrayando, además, que "los Estados deben adoptar medidas que respeten y protejan los derechos fundamentales de todas las personas, sin discriminación alguna por motivos de raza, sexo, idioma, religión, opinión política, origen nacional o social, propiedad u otros", la misiva destaca la importancia de "un principio imperativo", a saber, "el compromiso internacional de protección de los pueblos libres y soberanos", como los del "continente americano".

Además, en el contexto de la pandemia de Covid-19, que "nos recuerda el valor de la humanidad y nos enseña el principio de solidaridad y protección social, así como la necesidad de encontrar soluciones comunes" por el bien de todos, los firmantes piden al Jefe de Estado dominicano que "se replantee esta propuesta de muro entre los dos países y que utilice, más bien, los considerables recursos involucrados en este proyecto para implementar acciones alternativas, basadas en los derechos, que promuevan oportunidades de integración y desarrollo en beneficio de los dominicanos y haitianos ubicados en la zona fronteriza", asegurando finalmente también "una migración regular, más humana y segura".