Bolivia. Monseñor Centellas pide mayor independencia de las regiones
Ciudad del Vaticano
“Lo máximo que uno anhela en este mundo es vivir en libertad, con libertad”. Con estas palabras, el arzobispo de Sucre y presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), monseñor Ricardo Centellas abrió su homilía en la conmemoración del 212° Aniversario del Primer Grito Libertario, celebrado, ayer, en la Catedral Metropolitana Nuestra Señora de la Inmaculada de Sucre y Primada de Bolivia. En el solemne Te Deum, ante las autoridades civiles y eclesiásticas de la región, el prelado hizo un llamado a orar para que Bolivia “crezca con libertad y seamos hombres libres”.
El arzobispo boliviano -refiere una nota del arzobispado - recordó que como enseña Jesús en el Evangelio no hay libertad en quien espera una recompensa o una retribución.
“El mundo que vivimos, de la oferta y la demanda pareciera que nos muestra que el mundo es así, que lo primero que debemos buscar es la recompensa, pero Jesús nos dice que no es así, que la vida realmente vale cuando uno entra en la experiencia, en la dinámica del desprendimiento, afirmó el prelado.
Al subrayar que todo lo que está amarrado a condiciones, a opresiones, no puede ser libre, monseñor Centellas invitó a rezar para que todos los bolivianos puedan entrar en el “camino del desprendimiento”, que puedan despojarse de las cosas que los atan y no los dejan moverse con libertad, de las cosas que no les permiten asumir con seriedad y profundidad la propia responsabilidad. En este contexto, exhortó a las autoridades a trabajar con desprendimiento, a despojarse de las cosas que no les permiten caminar con libertad, pensar en el bien común y en las necesidades del pueblo chuquisaqueño.
El presidente del episcopado enfatizó además que la libertad va más allá de lo personal. Visto que se celebra el Primer Grito Libertario de América, a dos siglos del inicio de una independencia, monseñor Centellas llama a seguir luchando para ser independientes, también a nivel nacional y regional: “Que crezcan las autonomías, que crezca el espíritu de descentralización, porque de lo contrario las regiones, sobre todo las más pobres de Bolivia, seguirán siendo olvidadas”.
“¡Que Dios nos ayude nos ilumine para que seamos hombres libres, varones y mujeres. No es fácil ser libre, pero Jesús es el camino!”, concluyó el prelado.
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