Llamamiento de Comece a la UE: apoyar al pueblo libanés en crisis
Isabella Piro – Ciudad del Vaticano
Apoyar al pueblo libanés en crisis: este es el llamamiento lanzado por la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (Comece) a la Unión Europea (UE), mientras el país de los cedros lucha "por mantener su identidad y su tejido social frente a la actual crisis multiforme". La exhortación de Comece, se lee en una nota, se basa "en las preocupaciones expresadas recientemente por la Iglesia libanesa en una carta enviada a los obispos de la UE". De hecho, la Asamblea de Patriarcas y Obispos Católicos del Líbano (APECL) ha dirigido una carta al cardenal Jean-Claude Hollerich, presidente de la Comisión Episcopal, en la que expresa su "preocupación por los peligros que plantea la actual crisis política, social, sanitaria y económica que afecta a la población libanesa".
En efecto, el país de los cedros vive desde hace meses una situación crítica en varios frentes: las fuerzas políticas son incapaces de llegar a un acuerdo para formar un nuevo gobierno, que está vacante desde hace tiempo; en el plano económico, la moneda está muy devaluada, mientras que el bloqueo provocado por la pandemia del Covid-19 ha agravado aún más la situación social. A todo ello se sumaron las numerosas manifestaciones callejeras contra el estancamiento del ejecutivo, así como las dramáticas consecuencias económicas y sociales de la grave explosión ocurrida el 4 de agosto de 2020 en el puerto de Beirut, que dejó unos 200 muertos y 7.000 heridos.
Según la Iglesia en Beirut, "la gravedad de la situación pone en peligro la identidad misma del país, forjada por el encuentro, la pluralidad y la fraternidad, que lo convierte en el lugar natural para el diálogo entre las diferentes comunidades religiosas y culturales". Por ello, la Apecl insta a la comunidad internacional, incluida la UE, a "apoyar al pueblo libanés garantizando la preservación de sus derechos individuales, colectivos y nacionales, contribuyendo a la lucha contra la crisis económica, la protección del tejido social y la preservación de la identidad y la especificidad del Líbano". Y no sólo eso: en su carta, los Patriarcas y Obispos del País de los Cedros subrayan también "la necesidad de sostener la presencia cristiana en la región a través de las instituciones de la Iglesia, que están y estarán siempre al servicio de todos los ciudadanos, sin distinción ni discriminación, y seguirán trabajando incansablemente por el bien común".
De ahí la preocupación compartida por los prelados de la Unión Europea y su solidaridad con la sociedad libanesa, descrita como "un rico mosaico de comunidades, incluidos los refugiados sirios y palestinos". Por ello, tras una reunión con el Comisario Europeo de Vecindad y Ampliación, Olivér Várhelyi, Comece puso estas preocupaciones "en conocimiento de la UE, proponiendo formas concretas de atender las necesidades sociales, de vivienda, sanitarias y educativas de la población libanesa".
Mientras tanto, el organismo episcopal recuerda que "a falta de políticas y acciones públicas eficaces, la Iglesia y las organizaciones religiosas (como Cáritas Líbano y L'Œuvre d'Orient) prestan servicios humanitarios indispensables a todas las comunidades". Pero "la crisis socioeconómica amplificada por la pandemia de Covid-19 supone una amenaza existencial para muchas de sus operaciones - concluye p. Manuel Barrios Prieto, Secretario General de la COMECE - por lo que animamos a la UE a buscar formas creativas de compromiso y asociación con las Iglesias locales y los actores religiosos".
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