Alegría entre los Salvatorianos por la beatificación de P. Francisco María de la Cruz Jordán
El vicariato de Roma, en un comunicado de prensa emitido este 13 de mayo, ha informado que en la mañana del sábado 15 de mayo a las diez y media de la mañana hora local, tendrá lugar en la Basílica de San Juan de Letrán la beatificación del padre Francisco María de la Cruz Jordán, fundador de la Sociedad del Divino Salvador (Salvatorianos) y, junto a la beata María de los Apóstoles, (Teresa von Wüllenweber) de la Congregación de las Hermanas del Divino Salvador.
El Padre Francisco María de la Cruz Jordán, fundador de los Salvatorianos y de las Hermanas Salvatorianas, será beatificado el sábado 15 de mayo. La beatificación tendrá lugar durante una solemne concelebración a las 10:30 horas en la Basílica de San Juan de Letrán, que será presidida por el Cardenal Vicario Angelo De Donatis. El rito de beatificación tendrá lugar durante la Santa Misa, antes del Gloria, en presencia del Superior General de la Sociedad del Divino Salvador Padre Milton Zonta y del Postulador General Padre Adam Teneta.
El Venerable Siervo de Dios Juan Bautista Jordán (Francisco María de la Cruz), fundador de los Salvatorianos (Sociedad del Divino Salvador) y de las Hermanas Salvatorianas (Congregación de las Hermanas del Divino Salvador), nació el 16 de junio de 1848 en Gurtweil, en la archidiócesis de Friburgo, Alemania. Debido a la incapacidad de su padre para trabajar, Juan Bautista tuvo que contribuir al mantenimiento de la familia con su trabajo después de la escuela primaria. Deseoso de seguir su vocación sacerdotal, comenzó sus estudios, primero de forma privada, luego durante cuatro años en el Gymnasium de Constanza, y finalmente con estudios de filología y teología en la Universidad de Friburgo. A los 30 años, el 21 de julio de 1878, fue ordenado sacerdote.
Su obispo le envió a Roma para estudiar lenguas orientales en el Instituto Sant'Apollinare. Desde Roma viajó a Tierra Santa y estudió en Ain Warqa, un centro de estudios maronita en el Líbano (1880). En Tierra Santa tuvo clara su vocación de fundar una obra apostólica con el fin de dar a conocer al único Dios verdadero que se reveló en su Hijo, Jesucristo, Salvador del mundo. También se sintió animado por la audiencia privada que tuvo con el Papa León XIII. El 8 de diciembre de 1881, el padre Francisco Jordán fundó la Sociedad Apostólica Instructiva en la capilla de Santa Brígida en Roma. A petición de la autoridad eclesiástica, cambió el nombre por el de Sociedad de Instrucción Católica y finalmente por el de Sociedad del Divino Salvador (Salvatorianos). Dos años más tarde fundó una comunidad femenina, que pronto se convirtió en una congregación completamente independiente de su labor apostólica (Congregación de las Hermanas de la Santísima Madre de los Dolores). El 8 de diciembre de 1888, con la ayuda de Teresa von Wüllenweber, ahora Beata María de los Apóstoles, fundó la Congregación de las Hermanas del Divino Salvador en Tívoli, cerca de Roma.
De acuerdo con su inspiración original, también logró reunir a varios grupos crecientes de laicos, interesados en cumplir la misma misión apostólica de la Iglesia. Motivado por su ardiente celo apostólico y su determinación de utilizar todos los medios y formas que el amor de Cristo pudiera inspirar para lograr el objetivo de su obra, pronto inició nuevos apostolados y su Instituto comenzó a crecer. Ya en 1890 la Congregación de Propaganda Fide le confió la prefectura apostólica de la misión en Assam, en el noreste de la India. Posteriormente, la obra del Padre Francisco Jordán comenzó su ministerio en varios países de Europa y América. En 1915, con la intensificación de la Primera Guerra Mundial, el gobierno de la Sociedad tuvo que trasladarse a Suiza. El Siervo de Dios murió el 8 de septiembre de 1918 en Tafers, cerca de Friburgo (Suiza), y fue enterrado, por orden del obispo diocesano, en la iglesia parroquial. En 1956 sus restos mortales fueron trasladados a Roma y colocados en la capilla lateral de la Casa Madre de la Sociedad del Divino Salvador. Su proceso de beatificación se inició en Roma en 1942; el padre Francisco Jordán fue declarado venerable el 14 de enero de 2011 por el papa emérito Benedicto XVI y el decreto del milagro fue aprobado el 19 de junio de 2020 por el papa Francisco.
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