España. Informe Cáritas 2020: aumento significativo del número de personas apoyadas
Anna Poce - Ciudad del Vaticano
"La pandemia ha planteado a Cáritas un reto desconocido, al que hemos respondido con enorme flexibilidad y creatividad. Esta crisis nos ha obligado a reinventarnos, a repensar nuestras acciones, recepción y apoyo para garantizar procesos globales, centrados en las personas y en el acceso a sus derechos, a través de diversos proyectos". Así lo dijo ayer, la secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiro, en la presentación de la Memoria 2020 de Cáritas, en Madrid, en la sede de la institución. Para presentar el informe, estuvieron además del secretario general, Manuel Bretón, presidente de Cáritas Española, y Raúl Flores, coordinador de Estudios.
Los graves efectos sociales de la pandemia sobre las personas más vulnerables salieron a relucir en los datos recogidos en el estudio del Observatorio de la Realidad Social (ORS) de Cáritas titulado: "Del tsunami al fondo del mar: salud mental y protección social".
En 2020, Cáritas atendió a 1.769.799 personas en España -en 2019 fueron 1.403.269- e invirtió 386,7 millones de euros en diferentes proyectos tanto en la nación ibérica como en acciones de cooperación internacional en terceros países. Un esfuerzo que ha sido posible gracias a miles de socios, donantes y colaboradores, que han aportado más de 273 millones de euros, y que ha sido posible gracias a las administraciones públicas, con 113,5 millones de euros. Los programas que requirieron un mayor compromiso financiero - 92,4 millones de euros - fueron, entre otros, los de acogida y asistencia, seguidos de los destinados a la economía solidaria, a las personas mayores, a las personas sin hogar y a las que necesitan apoyo psicológico. Todas las actividades se llevaron a cabo gracias a 81.182 voluntarios y 5.324 trabajadores contratados.
En total, en 2020, la organización católica apoyó a 2.856.986 personas, de las cuales 1.769.799 en España y 1.087.187, en acciones de cooperación internacional, en terceros países.
"Los datos de esta Memoria sólo tienen un sentido y una razón de ser: la de los rostros y los nombres anónimos de los cientos de miles de personas y familias que han solicitado el apoyo de Cáritas", dijo Peiro, y añadió que "por razones bien conocidas por todos, el último año marca un punto de inflexión en el número de personas acompañadas, que registra un aumento significativo respecto a años anteriores".
El Informe destacó las cinco líneas de trabajo más relevantes en 2020: la promoción del derecho a la alimentación y al vestido; la prevención y el acompañamiento en la soledad no deseada; el acompañamiento a las personas que viven en situación administrativa irregular; el apoyo a las personas sin hogar; y la respuesta a las crisis humanitarias existentes, agravadas por la propagación de la pandemia (Sahel, Siria, Venezuela), así como el aumento de la vulnerabilidad de las comunidades en la Amazonía o los refugiados rohingya.
Raúl Flores, por su parte, al presentar el estudio "Del tsunami a la profundidad del mar: salud mental y protección social", aseguró que "la Covid-19 fue como una ola gigante, un tsunami que invadió a toda la sociedad", pero que demostró una vez más cómo los grandes perdedores de esta crisis son siempre los más vulnerables, hasta el punto de que la tasa de paro en la población más frágil atendida por Cáritas es más de tres veces superior a la del resto de la población.
El deseo de una "vuelta a la normalidad", señaló Raúl Flores, debe hacernos repensar esa misma normalidad y "plantear que lo que tenemos por delante es una oportunidad para crear un escenario diferente, para construir una normalidad que difiera en algunos puntos sustanciales de la que conocíamos y donde los derechos humanos estén efectivamente garantizados para todas las personas". Para ello -subrayó- "es necesario que las políticas sociales sean globales, poniendo a las personas y sus derechos en el centro". Por ello, Cáritas ORS llamó a reivindicar, proteger y desarrollar: el derecho al trabajo digno, el derecho a la vivienda y el derecho a la energía y al agua; el derecho a un sistema de garantía de ingresos; el derecho a lo digital; y el derecho a la salud mental, con especial atención a los que más han sufrido esta crisis, lo que implica el cuidado mutuo, en la conciencia de que la salud mental no es sólo individual, sino también social.
Por último, el presidente Manuel Bretón deseó que Cáritas, en este momento de crisis, tenga aún "más ganas, si cabe, de luchar por recuperar la vida de los que más han sufrido y de los que van a sufrir las consecuencias de esta pandemia en nuestro país, así como lejos de nuestras fronteras". Y recordando el lema de la campaña del Día de la Caridad, #SeamosMásPueblo, celebrada días atrás, instó a todos a "ser el pueblo más grande del mundo, el Pueblo de Dios unido, caminando en Justicia."
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