Obispos de Colombia ante el conflicto social: "El diálogo es posible y urgente"
Ciudad del Vaticano
En el marco de los actuales conflictos sociales y manifestaciones de violencia que han tenido lugar en Colombia a raíz de la reforma tributaria propuesta por el Gobierno, los obispos proponen una serie de fundamentos de la Enseñanza Social de la Iglesia con el "vivo deseo de que esta vía del diálogo conduzca efectivamente a las transformaciones que necesita nuestro país y a la superación de la inequidad existente".
A través de un comunicado los mitrados destacan que es preciso renovar el “corazón” del hombre, para renovar los sistemas, las instituciones y los métodos:
El diálogo no es una utopía
Por otro lado, subrayan que es necesario "creer que el diálogo es posible, aunque las posturas tensas e inconciliables, a primera vista, pareciera que no dan lugar a acuerdos".
"El diálogo no es una utopía -se lee en el escrito- hay que apostarle a esta herramienta, vencer los obstáculos y dejar que tengan prioridad las causas justas que están en juego. El diálogo, aunque es difícil, es el único camino humano para la solución de los conflictos y su fruto más valioso es la paz".
En tercer lugar, los prelados hacen hincapié en que el diálogo debe manifestar apertura y acogida, es decir, "ha de permitir que cada parte exponga sus puntos de vista, pero que escuche también la situación que presenta la otra", ya que este "pide disposición para ceder o conceder por el bien común y avanzar hacia los puntos de contacto que ofrecen soluciones a las divergencias".
Puntos fundamentales a la hora de dialogar
Asimismo, el comunicado indica otros puntos fundamentales a la hora de iniciar a dialogar:
"Hay que establecer como fundamento la búsqueda de lo bueno y justo, deponiendo los intereses egoístas o parciales", escriben los obispos colombianos, resaltando que también hay que evitar la llamada mentira táctica, "que sólo enrarece la comunicación y exaspera los ánimos", puesto que el diálogo "debe poner en el centro las necesidades de los pobres y vulnerables , de los marginados y excluidos, de las víctimas de la violencia de los que han sido vulnerados en sus derechos fundamentales".
Otro fundamento citado por los mitrados es que la acción de dialogar necesita puntar a lo fundamental y prioritario, de modo que "resulte fecundo y pueda avanzar hacia los acuerdos que se necesitan".
Igualmente, el escrito recuerda que el diálogo "requiere la decisión de perseverar, pues exige paciencia y empeño", a la vez que "reclama la participación y el aporte de toda la sociedad, ya que construir el país que soñamos no es responsabilidad de unos pocos, sino que, como nos recordó el Papa Francisco en su visita a Colombia, es una tarea que no da tregua y que exige el compromiso de todos".
Finalmente, los Obispos dirigen unas palabras especiales a la comunidad católica del país: "Nos corresponde a nosotros, en primer lugar, emprender con valentía y perseverancia la tarea de ser artesanos de la paz, abiertos al diálogo, para superar la violencia que nada soluciona y que, en cambio, sólo produce sufrimiento y muerte".
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