Clero de Venezuela: Superar las dificultades por la pandemia
Vatican News
La directiva de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), dos sacerdotes por arquidiócesis, diócesis y vicariatos apostólicos junto a sus obispos, concluyeron, ayer, el II Encuentro Virtual Conjunto de Obispos y Sacerdotes, que bajo el tema “El párroco en tiempos de pandemia: sus desafíos pastorales”, analizaron las perspectivas para “fortalecer la experiencia de la fraternidad sacramental” y responder a los diferentes retos que se presentan ante la pandemia, especialmente en la dimensión del acompañamiento y atención a los más alejados y vulnerables.
Reunión virtual
Durante la reunión virtual, según refiere una nota del episcopado, fue presentado el videomensaje enviado, desde el Vaticano, por Monseñor Jorge Patrón Wong, secretario de la Congregación para el clero, quien en una reflexión inspirada en el pasaje de Jesús junto a los discípulos en la barca que enfrentaba la tempestad, expresó que los obispos y sacerdotes de Venezuela, como Jesús, “no se bajan de la barca, no abandonan al pueblo venezolano en el momento más difícil”.
La confianza que transmite Jesús
“Al estar siempre presentes, infunden la misma confianza que nos transmite Jesús con su palabra, su presencia, su amor y su misericordia”, afirmó Monseñor Patrón Wong. Y concluyó:
Refundar la nación y rehacer la vida
El presidente de la CEV, Monseñor José Luis Azuaje, Arzobispo de Maracaibo, en sus palabras de apertura del encuentro hizo referencia a los sueños del Papa Francisco para la Iglesia Universal, expresados en el numeral 27 de la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium:
Iglesia en salida y conversión pastoral
Al respecto, el prelado añadió que soñar significa “inquietarse, discernir lo soñado y buscar coherencia con elementos de la realidad”. Por ello, manifestó que para lograr la Iglesia en salida y la conversión pastoral, es necesario continuar soñando y esforzarse en alcanzar esos sueños. “Tenemos el desafío no sólo de refundar la nación sino rehacer la vida fundamental”, indicó el arzobispo, al hacer referencia al último mensaje de la CVE al pueblo de Venezuela.
Servir más al pueblo de Dios
“Si algo debe preocuparnos santamente es que tantos vivan sin la esperanza en Jesús”, subrayó Monseñor Azuaje. Y añadió que los sacerdotes deben servir aún más al pueblo de Dios sobre todo en el tiempo de pandemia, y no generar más estructuras sino “alentar otras formas de accionar la misión”.
Fraternidad: “El mejor bálsamo para nuestras heridas”
Culminada la intervención de Monseñor Azuaje, el Secretario de la Nunciatura, Monseñor Ignazio Ceffalia, compartió sus palabras de salutación, en las que enfatizó la importancia de la comunión para superar las dificultades. “La fraternidad de la cual tal vez habríamos perdido el sabor, se ha vuelto el mejor bálsamo para nuestras heridas”, dijo el prelado al explicar que solamente quien tiene la experiencia de la profunda impotencia humana y por lo tanto de la soledad, puede sentir empatía y cercanía a los otros.
Con las palabras del Papa Francisco
Haciendo referencia a las palabras del Papa Francisco “no hay vida cuando pretendemos pertenecer sólo a nosotros mismos y vivir como islas”, Monseñor Ceffalia aseveró que sólo se puede confiar en Dios, nunca en las propias certezas o convicciones que pueden ser modificadas por las diferentes situaciones que se presentan en la vida y que ponen de manifiesto la pequeñez y la fragilidad humana. De allí que al concluir animó a los participantes a que, a pesar de las adversidades y contrariedades, sean luz que dé a conocer el rostro de Cristo a los hermanos.
Desafíos pastorales en tiempo de pandemia
Monseñor Mario Moronta, Obispo de San Cristóbal y Primer Viceprensidente de la CEV, compartió la síntesis de las respuestas de los participantes sobre las riquezas y aportes del presbiterio durante los últimos meses, luego de las conclusiones del I Encuentro Virtual Conjunto de obispos y sacerdotes. Indicó que se ha profundizado la vivencia espiritual, así como la experiencia del acompañamiento en las parroquias.
A su vez, el obispo señaló que se han impulsado la experiencia de fe en la iglesia doméstica y las iniciativas sociales y pastorales para la atención de las comunidades, y realizó la propuesta de crear áreas de trabajo en la línea de una red fraterna y colaborativa, que permita estudiar los aspectos afines a la conversión pastoral y al desarrollo de la parroquia misionera en salida, abordando temas como la formación, la espiritualidad, entre otros.
Sacerdotes fallecidos por Covid-19
Varios sacerdotes participaron en el encuentro. El presbítero Pedro Pablo Aguilar, Director del Departamento de Comunicación compartió las estadísticas de los miembros del clero venezolano que han fallecido a causa de Covid-19 desde el inicio de la pandemia hasta abril de 2021, e informó que se está realizando la investigación pertinente para la actualización de los datos. Sólo entre el 16 y 29 de junio de este año han muerto cuatro sacerdotes después de presentar síntomas asociados al Covid-19, según informó la CVE. Ya en abril de este año se habían contabilizado cerca de 25 presbíteros fallecidos desde el comienzo de la pandemia en marzo de 2020.
Como el Buen Pastor que ama a sus ovejas
Por su parte el sacerdote Edwin Contreras de la Diócesis de San Cristóbal, tuvo a su cargo la meditación, inspirada en la cita bíblica de Juan 10, pasaje en el que se presenta a Jesús Buen Pastor. El padre Contreras profundizó en el ejemplo que da Jesús a los sacerdotes, como el Buen Pastor que ama a sus ovejas y en quien las ovejas confían. Señaló la importancia que tiene el redil para el pastor, así como el pastor para el redil, pues no hay pastor sin ovejas a las cuales atender y acompañar, ni se congrega un redil, una comunidad, sin un pastor que la guie y la unifique.
La incursión en la evangelización digital
El presbítero José de Jesús Martínez, párroco de Santa Rosa de Lima en Charallave, Diócesis de Los Teques, compartió la experiencia vivida en su comunidad parroquial en tiempo de pandemia, a través de un video en el que se visualizan las diversas iniciativas desarrolladas para la atención de los fieles; entre ellas, se destaca la visita a las cárceles, la incursión en la evangelización digital invirtiendo en equipos y producción de calidad profesional; el aumento de los miembros de la pastoral juvenil de 30 a 180 jóvenes; la continuación de los procesos catequéticos con la reducción de la cantidad de miembros en los grupos pero sin detener la catequesis, entre otras propuestas.
Retirar la expresión “no se puede”
Culminada la presentación del tema, inició el espacio de diálogo de los participantes, quienes compartieron sus impresiones respecto a los desafíos actuales en tiempo de pandemia. Entre las aportaciones, se comentó que es necesario un cambio de mentalidad en el cual se retire la expresión “no se puede”, para poder afrontar con valentía los obstáculos de la pandemia y ser “signo de esperanza, la herramienta que Dios utiliza para acompañar a su pueblo”.
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