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Bolivia: Episcopado condena tergiversación de mensajes de obispos

La Secretaría General de la Conferencia episcopal boliviana reitera el llamado a una conversión personal y social, especialmente ante las interpretaciones erradas del expresidente Evo Morales de la homilía pronunciada por el arzobispo de Santa Cruz, que confunden a la población.

Alina Tufani - Ciudad del Vaticano

En un comunicado del episcopado boliviano sale en defensa del arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, acusado por el expresidente Evo Morales de apoyar a “golpistas” y condenar a “campesinos”. La Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) en un comunicado lamenta la tergiversación de las palabras del prelado en su homilía del domingo 11 de julio pues son un claro intento de “confundir a la población”.

Morales, fundador y presidente del partido Movimiento al socialismo (MAS) en su cuenta personal en Twiter acusó a monseñor Mons. Gualberti, de llamar “demócratas a golpistas” y “a campesinos sin tierra ‘demonios de un solo color’ acusándolos de avasalladores”. Además, afirmó que la “jerarquía católica” de Bolivia toma “partido por el golpe, latifundio, racismo y violencia”. En declaraciones a una radio local, el ex presidente insistió, ayer, en decir que la Iglesia católica se ha orientado hacia “el exterminio del movimiento indígena” y que los obispos demonizan a los movimientos sociales para “expulsarlos de las tierras”.

Acusaciones que para la CEB son difamatorias pues el contenido de la homilía de monseñor Gualberti era un concreto llamado a una conversión personal y social. En este contexto, para "el conocimiento del pueblo boliviano", el comunicado transcribe las palabras textuales de la homilía del arzobispo de Santa Cruz, inspiradas en el Evangelio según San Marcos: “Expulsaron a muchos demonios y curaron a numerosos enfermos”. Mc 6,13. 

"El anuncio del Evangelio - dijo mons. Gualberti en su homilía - necesariamente debe ser acompañado de una praxis liberadora de todo lo que, física y espiritualmente, esclaviza a la persona y degrada la dignidad humana.  Esto implica el compromiso de expulsar, con el poder de Cristo y de su Palabra, a los 'demonios' personales, como los odios y los rencores presentes en nuestra vida y que disgregan a las familias y rompen las relaciones con el prójimo".

Más adelante, el arzobispo recordó que esto "implica también expulsar a los 'demonios' de nuestra sociedad, como las injusticias, las discriminaciones, las mentiras, las amenazas y los avasallamientos, hechos que provocan enfrentamientos, atentan a la convivencia pacífica y democrática y hacen que nuestro País parezca ser el hogar solo para los que llevan una determinada camiseta y no para todos sus habitantes”.

La CEB reafirma que el texto de monseñor Gualberti habla de los demonios personales y sociales desde donde se llama a una conversión personal y social. De allí, la invocación de los obispos para que “Dios que es Camino, Verdad y Vida ilumine nuestro entendimiento”.

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20 julio 2021, 18:01