Fe y Alegría. Red de Ecología Integral y Pan Amazonía: Declaración y compromisos
Ciudad del Vaticano
“Construyendo solidaridad, esperanza desde la Pan Amazonía”, es el título del III Encuentro Bianual de la Federación Internacional “Fe y Alegría”, que a través de su iniciativa Red de Ecología integral y Pan Amazonía, comparten experiencias educativas y sociales de Brasil, Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela, y se han reunido de forma virtual del 14 al 16 de julio. A la conclusión de este III Encuentro los participantes han suscrito una declaración y unos compromisos para seguir impulsando la iniciativa Red de Ecología integral y Pan Amazonía como una respuesta concreta ante el gran desafío de trabajar por nuestra Casa Común.
Presencia educativa y acción social transformadora
Con estas iniciativas, “Fe y Alegría” busca fortalecer su presencia educativa y acción social transformadora en los territorios de la Amazonía y fruto de la reflexión sobre el camino recorrido por la Red Pan Amazónica a la luz de los desafíos de la realidad y la promoción de la Ecología Integral en contexto de pandemia, así como, la profundización de los ejes educativos Intercultural Bilingüe, Cuidado y Defensa de la naturaleza y proyección de nuestra identidad de Red Pan Amazónica en articulación con sectores de la sociedad civil, las iglesias y pueblos de la Amazonía desde el enfoque de la Ecología Integral.
Compromisos con la Ecología Integral y la Pan Amazonia
En este sentido, los participantes en este III Encuentro han reafirmado su compromiso con la Ecología Integral y la Pan Amazonia como sentimiento y convicción que está a la base de la apuesta que los convoca en esta iniciativa de la Federación Internacional de Fe y Alegría. Además, han señalado el desafío de universalizar la iniciativa mediante la incorporación de la ecología integral como eje transversal de toda educación y acción social de Fe y Alegría, poniendo énfasis en los procesos de formación integral y alentando procesos para el crecimiento de nuevos actores, con agencia y capacidad de transformación de sus entornos y compromiso con los territorios con atención especial a los mundos amazónicos.
Asimismo, ha evidenciado la necesidad de tener una práctica más evangélica y educativa popular, que combine firmeza, lucha, terquedad, humildad, fecundidad, pensamiento crítico y ternura. En este sentido, es importante la mística de la fraternidad, acompañada de una organización que aliente y ayude a resolver los problemas de los pobres. Así como, la solidaridad haciendo nuestro “el grito y el clamor de los más pobres” el grito de la naturaleza, el llamado al cambio a la transformación, basta de violencia, basta de destrucción. Como también la importancia de abrir las ventanas, las puertas para mirar nuestro mundo desde su ambivalencia y complejidad, un mundo enfermo, afectado por la pandemia que ha desnudado la realidad de inequidad, injusticia, exclusión, discriminación sistemática de los más pobres de los pueblos indígenas.
Ámbitos de acción en el territorio amazónico
Para lograr estos compromisos, Fe y Alegría se plantea diversos ámbitos de acción. En lo educativo, siendo capaces de leer la realidad en su complejidad, conocer el territorio, fortalecer la identidad y diversidad cultural. Promoviendo la recuperación de los conocimientos y sabiduría de los mayores, con aulas abiertas y vinculadas a la comunidad. Generando mayor conciencia y mejores prácticas educativas populares. Repensando la escuela que queremos desde el sentí-pensar como hermanos y hermanas en esta casa común, respetando la cosmovisión y la concepción del buen vivir. Siendo responsables y éticos para acoger el don de la creación, no como dueños, pues estamos llamados a cooperar, a cuidar con el corazón y la razón.
En lo social – comunitario, promoviendo cambios profundos en los modos y maneras de relacionarnos con la naturaleza, la justicia social. Trabajando con las organizaciones de base y fortalecer la base organizativa y el empoderamiento su protagonismo, da herramientas para ellos, migrantes, indígenas, mujeres, niños, niñas, adolescentes, jóvenes. Promoviendo la solidaridad como un principio de acción y comportamiento para todo momento, pensando en el bien común. Valorando lo que tenemos en el territorio, como celosos guardianes de las culturas, lenguas, naturaleza. La fuerza de las mujeres y sus organizaciones, la sabiduría comunitaria. Asumimos el desafío de conocer estas dinámicas y los ciclos de la naturaleza. Aprendamos de los pueblos indígenas que luchan, resisten y buscan alcanzar derechos, a una educación intercultural, bilingüe, construida desde los territorios, con soberanía alimentaria, salud en diálogo con la sabiduría ancestral y a una economía sustentable basada en el aprovechamiento respetuoso de los recursos diversos de sus territorios.
En el ámbito político, trabajando la resiliencia educativa con sentido político investigando lo que ocurre en el territorio, visibilizando y denunciando la realidad sin callar. Trabajando en RED, desde y con la gente, desde abajo, que se escuchen sus voces contando con un plan estratégico de comunicación.Conectando, articulando con otros actores, movimiento Amazonízate FOSPA; COICA; CEAMA; REPAM; REIBA, RESAI, y otras organizaciones de la sociedad civil, para amazonizar el mundo. Para incidir en políticas públicas educativas, ambientales y económicas. Para salvaguardar la Amazonia con alianzas con los pueblos y ecuménicas.
Promover la educación desde y con los actores del territorio
La Declaración conclusiva de este III Encuentro de Fe y Alegría que fue firmado por los participantes en este Encuentro busca promover la construcción de conocimiento desde y con los actores del territorio, a través de la formación integral, el acompañamiento, el intercambio de saberes y de prácticas pedagógicas, sociales, políticas y comunitarias que toman en cuenta temas como la ecología integral, la interculturalidad y la educación bilingüe, en la región amazónica. Fortalecer la acción conjunta y concertada con otros actores del territorio, a nivel regional, nacional e internacional, aportando al fortalecimiento de un tejido social para la transformación social y la defensa del derecho a una educación de calidad, el cuidado de la “Casa Común” y los derechos de las comunidades indígenas que históricamente han habitado y protegido de la devastación a la región.
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