Iglesia Estadounidense destina 2,5 millones de dólares para América Latina
Ciudad del Vaticano
Cada año la Iglesia Estadounidense destina subvenciones para promover la solidaridad en todo el hemisferio sur del continente, apoyando diversas iniciativas pastorales y sociales, desde El Caribe hasta los Andes.
Los beneficiarios de la nueva financiación -informa la página web de los Obispos- fueron elegidos el 14 de junio durante la reunión del Subcomité de la USCCB para América Latina. Su Presidente, Monseñor Octavio Cisneros, agradece la generosidad mostrada de nuevo este año por los fieles: "Desde el Concilio Vaticano II, los católicos de Estados Unidos siempre han respondido a la invitación del Papa de apoyar el ministerio de nuestras hermanas y hermanos a través de la Colecta para la Iglesia en América Latina", una Iglesia, recuerda, que "ha sufrido mucho la opresión política, la guerra civil, la agitación económica y el abandono social de los marginados." "Nuestra Iglesia tiene la suerte de contar hoy con un Papa latinoamericano, que ha vivido entre los más pobres y ha renovado la llamada a la solidaridad con ellos", añadió el Prelado. "Las donaciones de los católicos de Estados Unidos no sólo fortalecen el ministerio de la Iglesia católica desde Cuba hasta Perú, sino que también demuestran un amor que fortalece el Reino de Dios."
Entre los 135 proyectos financiados por los nuevos fondos se encuentran un curso de formación espiritual para 13 religiosas no profesas y retiros para otras 93, organizados en Haití por la Congregación de las Hermanitas de Santa Teresa del Niño Jesús; la reactivación en la diócesis de Pinar del Río (Cuba) de una revista diocesana que ha desempeñado un papel crucial en la evangelización de la isla, donde los medios de comunicación católicos son limitados; y retiros espirituales organizados por la Iglesia venezolana para ayudar a los jóvenes aspirantes a sacerdotes a discernir su elección. Y de nuevo, en Paraguay, los fondos se utilizarán para la traducción del Misal Romano a la lengua guaraní, ayudándoles a participar en las liturgias en su lengua materna, mientras que en Perú se utilizarán para la formación de laicos y religiosos sobre temas religiosos y sociales críticos en el país. "Estas ayudas -subraya Monseñor Cisneros- apoyan los ministerios católicos de personas que no tienen forma de recaudar esos fondos por su cuenta. Los donativos ofrecidos en la Colecta por la Iglesia en América Latina se traducen así en muchas vidas de fe renovada, personas vulnerables protegidas y amor compartido".
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