Jóvenes, comunión y sinodalidad. Prioridades del nuevo obispo de Iquitos
Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
Nombrado por el Papa Francisco y ordenado por Monseñor Julián García Zenteno, obispo emérito de Iquitos, el nuevo obispo tiene la misión de guiar, acompañar y estar al frente de la iglesia de la región amazónica de Iquitos.
De la Provincia de Filipinas a Iquitos
Monseñor Cadenas, sacerdote agustino llegó al Vicariato de Iquitos hace 27 años, cuando fue enviado como misionero perteneciente a la provincia de Filipinas:
“Nosotros, desde niños en el seminario menor o, ya de mayores, en el seminario mayor teníamos la posibilidad de acudir a alguna de las múltiples misiones que tenía la provincia de Filipinas y una de ellas era el Vicariato de Iquitos. Los responsables agustinos de aquella época pensaron que podía hacer un trabajo en el Vicariato. Así es como llegué”.
Un misionero español en tierra kukama
Relata monseñor Cadenas que cuando llegó lo fueron destinando a varios lugares: “Al principio en el río Marañón con el pueblo Kukama; después en Nauta también con el pueblo kukama. Entre los dos lugares pasé veinte años. Los últimos siete años he estado en la Parroquia Inmaculada, en la periferia de Iquitos y un buen día, sin pensarlo llegó mi nombramiento como obispo de este Vicariato Apostólico”.
¿Dónde poner los acentos en esta misión?
Monseñor Cadenas responde enfatizando aquellos elementos que para él cobran particular importancia en la misión episcopal recién recibida. Primero, la sinodalidad, “que es una manera de percibir la Iglesia, no es un capricho o una moda teológica, sino que es una configuración de lo que entendemos por la Iglesia”. Otro elemento “es el repensar la fe en el contexto amazónico, la inculturación”.
Los jóvenes es otra área de vital importancia y expresa: “Estamos en un lugar donde hay cambios muy acelerados y profundos. Necesitamos transmitir la fe a las nuevas generaciones”. Un cuarto elemento es el hecho de “generar comunión ante un mundo muy polarizado (…) Esta consiste en rezar para que pensando y sintiendo distinto podamos vivir como hermanos en la fe que somos. La comunión no es estar todos de acuerdo, sino fortalecer los lazos por encima de las diferencias, no solo evitar romper los hilos, sino tejerlos para hacerlos más fuertes. A nivel social, por las polarizaciones y la fragmentación social y los abismos que hay entre los ricos y las multitudes que están abandonadas y viven en situaciones injustas y muy pobres”.
Aprovechar los conocimientos de los pueblos amazónicos
El nuevo obispo del Vicariato de Iquitos considera que, en décadas pasadas, el trabajo misionero implicaba el estudio de las lenguas nativas. Así se llevaron a cabo estudios lingüísticos que permitieron la elaboración de gramáticas y de traducciones de textos importantes.
Hoy, considera el obispo, “Es preciso insistir en aprender las lenguas indígenas para comprender la mentalidad y la forma de ver el mundo y la vida de estos pueblos. Es un enorme desafío. Incluso en estos tiempos en que hay gente que está perdiendo su idioma. Hay que hacer un esfuerzo para preservar las lenguas indígenas”, subrayó.
Fortalezas de la Iglesia amazónica
Cadenas puntualiza que una de las fortalezas de la Iglesia amazónica la constituyen los cientos de animadores cristianos y de catequistas, que trabajan tanto en la ciudad como en los ríos. Igual valor tiene “la espiritualidad de estos pueblos, sus cosmovisiones que pueden ayudar incluso a leer la Biblia con otros ojos diferentes”.
El prelado insiste en este último aspecto, la manera de leer la Biblia, “que nos abre los ojos a nosotros los cristianos para que tengamos en cuenta nuevas consideraciones”. Cadenas pone un ejemplo: cuando leemos la Biblia con ojos occidentales, dejamos a un lado elementos importantes como las cosmologías, porque los entendidos las consideran como no coincidentes con la modernidad y la ciencia. En cambio, para los pueblos amazónicos estos elementos permiten otro tipo de relaciones y comprensiones que enriquecen el sentido y significado de la Palabra de Dios.
Estar al lado del pueblo
Monseñor Cadenas considera esencial estar al lado del pueblo y puntualiza la misión al considerar que se trata de “Acompañarlos, escucharlos, estar al lado de ellos, compartir su vida, ayudar a las organizaciones indígenas, perder el tiempo con ellos, dedicarles esfuerzo y cariño es un trabajo que forma parte de la identidad de la Iglesia”.
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