México, Veracruz. Aborto. Obispos: grave injusticia que permite un mal inaceptable

La Dimensión Episcopal de Vida de la CEM alza su voz y se suma a la preocupación de los obispos y de los fieles católicos de la provincia eclesiástica de Xalapa, en un comunicado emitido este 20 de julio, tras la aprobación de la modificación de la ley, ese mismo día, que consiente los abortos “en las primeras 12 semanas de gestación sin protección para la vida del hijo en gestación”, y para consentirlo también en algunas causales “en cualquier momento del embarazo, sin consideración a la vida del hijo”, tal como subrayan los obispos. 

La iniciativa fue presentada en el Congreso del Estado de Veracruz el 15 de julio, y fue aprobada el martes 20, “a pesar de que la constitución de esa entidad - señalan los prelados - protege la vida desde la concepción”, y “no obstante numerosas manifestaciones de parte de la sociedad civil para intentar frenar este hecho”. Se trata del cuarto estado mexicano que aprueba la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) tras Ciudad de México (2007), Oaxaca (2019), e Hidalgo (el pasado junio de este 2021).

Un mal inaceptable contra otro ser humano

Recordando las palabras del Papa en una entrevista televisiva en enero del presente año cuando dijo: “Lo que pierde utilidad se descarta. Las personas que no son útiles se descartan. Se descartan a los niños, no queriéndolos o cuando simplemente no son queridos. Antes de nacer se cancelan en la vida”, y también la declaración conjunta de los obispos de México sobre el don de la vida y la dignidad humana, la Dimensión Episcopal de Vida lamenta el hecho y deja en claro que constituye “una grave injusticia que permite cometer un mal inaceptable en contra de otro ser humano en su etapa más vulnerable, cuando requiere mayor protección junto con su madre”: 

Por otra parte, advierten que “esta acción permisiva del aborto deja de lado las inquietudes más apremiantes de la sociedad, relacionadas sobre todo con la inseguridad que se sufre en numerosas zonas del país, con la atención de las necesidades de salud de los ciudadanos, con la urgencia que padecen millones de familias por encontrar empleo, y con la preparación de la reanudación de la actividad en las escuelas”. De ahí que respalden firmemente y se unan a las acciones de los obispos y fieles del estado de Veracruz para “garantizar plenamente la protección jurídica de la vida de todo ser humano antes y después de nacer por igual, sin discriminarlo por su grado de desarrollo”, y encomienden ante Dios para que suceda una profunda conversión de los corazones, y se revierta este atentado contra los hijos e hijas que se encuentran en el vientre de sus madres”.