Paraguay. Obispos: las vacunas salvan vidas, ser responsables con los demás
Ciudad del Vaticano
En el mensaje final, publicado al término de la reunión, los obispos lanzaron, en primer lugar, un llamamiento a la prevención del coronavirus. Una prevención que requiere la colaboración de todos, el acompañamiento de los enfermos, sus familias y el personal sanitario, "el celo por la vida y la responsabilidad hacia los demás". "Las vacunas salvan vidas", dice el CEP, y aplaude los "esfuerzos conjuntos" de científicos, médicos, comunicadores sociales y comunidades religiosas que "contribuyen a disipar los temores, aclarar las dudas al respecto y garantizar la equidad en el acceso a la vacunación y a los recursos médicos."
El rol del Estado frente a la pandemia y los ciudadanos
Al mismo tiempo, los obispos reiteran la necesidad de que "la administración pública siga aportando los recursos necesarios para esta emergencia, consolidando su compromiso con la salud de la población". A continuación, los obispos manifiestan su cercanía y agradecimiento a todo el personal sanitario, expresando su solidaridad por la sobrecarga profesional y emocional que deben "sufrir y soportar" en este tiempo de pandemia. También se dirige un pensamiento especial a todos los fallecidos y a sus familias.
Desigualdad y educación
En este sentido, el CEP destaca cómo ha reclamado una mayor "creatividad" en el sector educativo, poniendo de manifiesto la gran utilidad de las nuevas tecnologías y plataformas de comunicación. Sin embargo, subrayan los prelados, "no sustituyen el contacto personal y el acompañamiento necesario en el proceso educativo", también porque "la brecha digital crea condiciones desiguales de acceso a los medios telemáticos, acompañadas de falta de recursos y diferencias en la gestión de la formación".
Es imprescindible, por tanto, reafirmar la importancia de la "misión de servir a la formación integral de los hombres y mujeres de todos los tiempos, especialmente de las nuevas generaciones en su camino de desarrollo y maduración". En este sentido, el CEP ha aprobado, con carácter experimental, el documento titulado "Orientaciones pedagógicas, didácticas, teológico-doctrinales y científicas para la educación a la sexualidad y a la afectividad para la escuela católica del Paraguay", que "define y propone orientaciones y principios sobre la naturaleza humana de la formación personal según la antropología cristiana".
Preparación para la Asamblea Eclesial
A continuación, la mirada de la Conferencia Episcopal de Paraguay se dirige al "proceso de escucha", iniciado en preparación de la primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, prevista del 21 al 28 de noviembre en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en Ciudad de México, sobre el tema "Todos somos discípulos misioneros". Es un evento que "alimenta la comunión de la Iglesia latinoamericana y la abre a la comunión universal en el Pontificado del Papa Francisco", explican los obispos, que animan "a todos los fieles, a nivel personal y comunitario, a participar activamente y con compromiso en este proceso."
Preocupación por los pueblos indígenas
Los obispos hicieron otra reflexión sobre la situación de los pueblos indígenas: "Lamentamos la inseguridad, la violencia, los secuestros y los abusos perpetrados contra los pueblos indígenas -se lee en el mensaje-, episodios que angustian a toda la comunidad y entristecen a algunas familias". Estos dramáticos sucesos "nos llevan a reafirmar el llamamiento a erradicar este mal endémico que amenaza nuestra convivencia social -subrayan los prelados-. Instamos a los responsables de la seguridad y la justicia a reforzar los medios para garantizar el respeto a la propiedad y la vida de todas las personas".
Documento de Itaipú
Y de nuevo: el CEP recuerda el documento "Itaipú, una oportunidad para el diálogo y el acuerdo social por el bien común". Publicado en marzo, se centra en el acuerdo del mismo nombre entre Paraguay y Brasil sobre la gestión de la mayor central hidroeléctrica del mundo, situada en la frontera entre ambos países. El entendimiento había sido muy debatido: en mayo de 2019, de hecho, se había firmado "un acuerdo secreto" que comprometía a Paraguay a adquirir más energía de la que realmente necesitaba. Por ello, a petición del Senado, el Gobierno tuvo que revisar el pacto. Por su parte, los obispos esperan que la renegociación se haga con "espíritu de consenso" para favorecer "la solución de las graves desigualdades sociales, así como el necesario desarrollo humano, científico, tecnológico, social y cultural".
Por ello, el CEP planteó la creación de una Comisión formada por profesores universitarios que pudieran formular propuestas de renegociación desde el punto de vista del bien común, "garantizando el acceso a los servicios básicos, como el suministro de electricidad y agua potable, a un precio accesible y adecuado a la renta per cápita y al presupuesto familiar". Por ello, los prelados reiteran hoy que el documento de marzo es "una invitación al diálogo y a la escucha para buscar el bien común de la población". "Es necesario desarrollar propuestas y negociaciones consensuadas", subrayan los obispos, "que ofrezcan soluciones a los grandes desafíos y a las muchas necesidades de nuestros hermanos y hermanas, especialmente de los más afectados por la desigualdad y la pobreza".
Eucaristía y laicos
El CEP también se detiene en algunos aniversarios, entre ellos el Año de la Eucaristía, actualmente en curso bajo el lema "Lo reconocieron al partir el pan". Es un acontecimiento que "alimenta la esperanza, porque con Cristo podemos superar el desánimo ante las dificultades, las distancias que nos separan, los obstáculos que nos frenan". Esto no sólo significa afrontar "la pandemia y la post-pandemia", subrayan los prelados, sino también "erradicar la corrupción moral, social e institucional que afecta a la convivencia pacífica, impidiendo la vida digna de todos". Para 2022, en cambio, el CEP ha proclamado el Año del Laicado: "Unidos a Cristo -explica- todos los bautizados están implicados en el compromiso de ser sal de la tierra y luz del mundo, mediante el anuncio y el testimonio, encarnando los valores y principios cristianos que inspiran la vida personal y social en todas sus dimensiones: cultural, económica, política, científica, tecnológica, artística y ecológica".
El mensaje episcopal concluye con una encomienda a la Virgen de Caacupé, Patrona del país, para que conduzca a todos "por el camino evangélico de la escucha, la sinodalidad, el diálogo y el acuerdo", que son "una medicina adecuada para la salud social".
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