Bolivia. Mons. Centellas: seguimos anclados en prejuicios que nos enfrentan
Alina Tufani - Ciudad del Vaticano
Hacerse eco de las Palabras de espíritu y vida de Jesús fue el llamado del Mons. Ricardo Centellas, arzobispo de Bolivia y presidente de la Conferencia episcopal de Bolivia (CEB) en su homilía del pasado domingo, al reflexionar sobre la inundación de palabras en la que vive el mundo y la sociedad. Tantas palabras, informaciones, discursos, incluso documentos en la misma Iglesia. “Nadie podría leerlos todos, pero, además, una cosa es leer y otra entender, y otra más practicar”, subrayó el prelado boliviano.
“En Bolivia tenemos tantas leyes. ¿Quién las practica, quién las entiende? Muy pocos. Es como si estuviésemos viviendo una inflación de palabras, tantas palabras sin contenido. Podríamos decir que son palabras vacías que escuchamos y no nos dicen nada”, advirtió el prelado boliviano.
No más palabras vacías
En este contexto, recordó que el Señor al decir que trae palabras de espíritu y vida Jesús habla, por ejemplo, de compartir y eso es lo que hizo, vino a compartir su vida con nosotros, no es una palabra vacía. “Es una palabra – afirmó Mons. Centellas - que lleva compromiso, que lleva a abrir la mente y los corazones, a estar y caminar junto a los otros, a comunicarse, a hacer comunidad y ser comunidad”.
Además, el arzobispo de Sucre enfatizó que ese compartir es también gratuidad, es decir el compartir es generoso y desinteresado. El Señor – explicó el prelado - dice que sus palabras son de espíritu y vida porque no es un discurso vacío, sin compromiso, no habla por ideas o conceptos, habla desde el corazón, es su propia vida, gratuidad, entrega, compartir, es Eucaristía.
Una justicia no practicada es una palabra hueca
“En Bolivia hay tantas palabras que por el momento no dicen nada. Uno escucha ‘Justicia’, y no nos renueva por el sistema que tenemos. Por el momento, es una palabra vacía porque nuestra realidad está lejos de una justicia”, lamentó el presidente del episcopado
Para el prelado lo mismo sucede con la palabra “Democracia”, que es un término hermoso, pero vacío porque “nuestra democracia es muy débil”. “Respeto” otra palabra que para Mons. Centellas no refleja una práctica, sobre todo cuando no se respeta el derecho a la vida.
“Cuánto respetamos, cuánto nos respetamos, cuánto respetamos la vida. La vida la administramos, es un don que recibimos y no la podemos manejar como queremos, la vida tiene límites, la vida humana debe ser acompañada por responsabilidad, compromiso, pero a veces actuamos como si fuéramos dueños de la vida”, dijo el arzobispo.
Reconciliación versus antagonismo
El presidente de la CEB invitó a fomentar los términos que renueven a la comunidad, que busquen la integración, términos que edifiquen la vida humana. “Busquemos términos que realmente puedan unirnos como hermanos, fomentemos un lenguaje que tenga espíritu y vida para dignificar la vida humana y no a destruirnos”, pidió el prelado boliviano.
“En Bolivia se llama a la reconciliación, todos llamamos a la reconciliación. ¿Pero en realidad existe reconciliación? No existe. Seguimos anclados en nuestros prejuicios, antagonismos, caprichos que no hacen otra cosa que enfrentarnos”, constató el arzobispo.
Y en este contexto, Monseñor Centellas explicó que a esto se refiere Jesús, procurar que nuestras palabras estén llenas de espíritu y vida. “Usar términos que edifiquen y dignifiquen la vida humana, pues la violencia y los insultos, la descalificación, no la edifican”, concluyó.
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