Colombia. Dos mil 600 desplazados de zona rural de Bolívar huyen por violencia
Ciudad del Vaticano
Los desplazados que pertenecen a 17 comunidades, han buscado protección para sus familias en el albergue temporal del Centro deportivo de Alto Rendimiento. Según una nota de Reliefweb, se afirma que el sur de Bolívar ha sufrido “históricamente” el conflicto armado y el “impacto del olvido”. Son zonas de difícil acceso por el mal estado de las carreteras, y la presencia “constante de actores armados”. A estos problemas se agrega el desplazamiento y la precaria situación económica de sus habitantes, lo que los hace aún más vulnerables.
Ayuda del CICR
El Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, está evaluando en la zona, las necesidades de las comunidades desplazadas, quienes sobre todo necesitan la alimentación diaria, abastecerlos de agua, acceso a baños y limpieza del lugar. Al respecto la CICR se ha movilizado para ofrecerles alimentación, y entregarles los alimentos en el albergue donde se encuentran. Les ha entregado además 1.500 kits de aseo personal, y 30 filtros de agua para garantizar el acceso a agua potable.
El organismo pide en un comunicado a los “actores armados para que respeten las normas humanitarias y garanticen la protección de los civiles en medio de las hostilidades. Es fundamental que las comunidades puedan tener condiciones seguras en sus hogares. Además, es importante que haya articulación de las instituciones y organizaciones para brindar asistencia humanitaria a las personas desplazadas, hasta que estas puedan retornar a sus comunidades".
Mons. Lascarro: alzamos nuestra voz ante la compleja situación
El obispo de la Diócesis de Magangué, Mons. Ariel Lascarro Tapia, pide en un comunicado a las “distintas instancias gubernamentales de hacer presencia y atender esta emergencia humanitaria que viven las comunidades en esta región del país”. El obispo de Magangué, demanda también al gobierno las garantías necesarias para que las comunidades puedan retornar a sus territorios y continuar su vida normal y sin miedos.
En el comunicado, la Iglesia “alza su voz ante esta compleja situación” que vive este sector de Colombia, azotado por el conflicto armado desde hace más de 50 años, y ahora amenazado por los “enfrentamientos entre los grupos armados presentes en esta zona, por la búsqueda del poder y el dominio de este territorio”.
En su mensaje, asegura que la Iglesia Católica seguirá acompañando a las comunidades afectadas por la violencia y las anima a “no abandonar sus territorios y a perseverar en la reivindicación de los derechos que les reconoce la Constitución Nacional”.
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