R.D. Congo. Obispos condenan ataques contra el Cardenal Ambongo y la Iglesia
Ciudad del Vaticano
Los Obispos de la República Democrática del Congo expresan su indignación por los ataques de que ha sido objeto la Iglesia del país en los últimos meses. El domingo, la residencia del Cardenal Fridolin Ambongo, Arzobispo de Kinshasa, fue blanco de un grupo de jóvenes no identificados que realizaron actos de vandalismo con consignas insultantes contra el Purpurado, que el día anterior había sido objeto de acusaciones ofensivas por parte del Secretario General de la Unión para la Democracia y el Progreso Social, Augustin Kabuya. El líder político del partido gobernante había acusado, entre otras cosas, al Cardenal Ambongo, junto con el Secretario General de Cenco, el padre Donatien Nshole, de querer "politizar" la Iglesia. Los ataques están relacionados con las diferencias sobre la reorganización de la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) de cara a las elecciones presidenciales de 2023, que la Iglesia desea que sea independiente de la política y expresión de la sociedad civil.
Repetidos actos de vandalismo y profanación
En un comunicado recogido por Radio Okapi, la Conferencia Episcopal Congolesa (CENCO) habla de "comportamiento irresponsable", y pide a los fieles que permanezcan "extremadamente vigilantes" y no se dejen "influenciar por nadie". El CENCO también dice estar "entristecido" por los repetidos actos de vandalismo, profanación y robo de objetos sagrados que se han producido en los últimos cuatro meses contra varias iglesias y lugares de culto (12 en total) en la diócesis de Mbuji-Mayi, en el este de Kasaï. Las agresiones fueron denunciadas por el ordinario del lugar, Monseñor Bernard-Emmanuel Kasanda, que en una carta pastoral difundida el 26 de julio habló de "actos reprobables" y "crímenes de odio" que merecen un castigo rápido y "ejemplar".
Ataque a la libertad de religión y de expresión
Según CENCO, esta violencia "inadmisible" es "un grave ataque a la libertad de religión y de expresión, pero también una violación de la democracia". “Es un gran paso atrás – afirmó – en el camino hacia el Estado de Derecho al que aspira el pueblo congoleño”. De ahí la petición al Gobierno de que "tome las riendas de la situación", identificando y castigando severamente a los responsables "para que no vuelvan a producirse este tipo de atentados".
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