Don Giovanni Fornasini ya es Beato: "ángel de la guarda" de su pueblo
Benedetta Capelli - Ciudad del Vaticano
Sostiene en la mano una palma, símbolo de su martirio. Así se representa la imagen de Don Giovanni Fornasini dejada al descubierto durante la misa de beatificación presidida en Bolonia, en la Basílica de San Petronio, por el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. En su homilía, el cardenal esbozó los rasgos de este joven sacerdote, que fue asesinado por odio a la fe, a la edad de sólo 29 años, por las SS (organización paramilitar nazi) que no pudieron soportar su incansable caridad y su amor sin límites por las 333 almas del pueblo de Sperticano, donde él era párroco.
El ángel de la guarda
"Don Fornasini era el ángel de la guarda de sus feligreses": comentó el cardenal Semeraro, recordando la labor del sacerdote que perdió la vida de forma violenta en Monte Sole en 1944.
Enterraba los cadáveres insepultos; al hilo del Evangelio de la Liturgia, calmaba la sed y daba de comer a los necesitados; acogía en su rectoría a todos los refugiados de los alrededores, donde luego se instalaron los nazis. Incluso negoció con ellos, utilizando el diccionario de alemán que había conseguido para ese fin. De este modo, trató de atraer a los opresores hacia el bien. De esta manera también consiguió defender la dignidad de algunas niñas de los abusos de los ocupantes, evitando que dañaran a las pequeñas.
Profeta de la inclusión
El cardenal recordó que la fuerza del padre Giovanni, estaba en la oración y en los sacramentos que celebraba con los desplazados.
Era un profeta de la inclusión odiado por los heraldos de la discriminación.
"Su compromiso para salvar a su pueblo era incansable", dice el cardenal Semeraro.
Debido a su labor de evitar la violencia que atacaba a su rebaño, muchos odiaban al pastor por su mediación sacerdotal. Incluso por ello fue engañado y atraído al lugar donde sería martirizado: por su preocupación pastoral, aceptó una engañosa invitación a enterrar a los muertos en San Martino di Caprara el 13 de octubre de 1944. Mientras rezaba allí, fue víctima de una emboscada.
No es un héroe sino un mártir
Recordando las lecturas del día, el cardenal habló de la categoría del hombre justo, víctima de la arrogancia de los hombres.
Desde esta perspectiva, hoy miramos al beato Giovanni Fornasini. Más que ser el héroe de cualquier ideal, es auténticamente un mártir de Cristo.
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