Migrantes. Red CLAMOR: naciones poderosas sean parte de la solución
Es necesario “responder al responder al llamado del Papa Francisco a acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes, a los refugiados, a las víctimas de la trata”. Palabras de Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, Arzobispo de Yucatán y Secretario ejecutivo de la Red CLAMOR, la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas, en la Eucaristía celebrada este domingo en la 107ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado con el compromiso de “descubrir a Cristo en los rostros sufrientes de las personas en movilidad forzada”, tal como informó ADN Celam.
El Papa Francisco ha querido “indicar un horizonte claro para nuestro camino conjunto en este mundo”, dijo el Arzobispo, añadiendo que “si Dios es esencialmente familia, es un nosotros, el ser humano no puede asemejarse al Señor en el aislamiento, en el egoísmo, o en la cerrazón de una familia, de un grupo o de una nación”.
Los pobres son sacramento vivo de Jesús
Para el presidente de la Red Clamor, “abrirnos al que emigra significa construir un nosotros y realizarnos según la imagen divina que llevamos en nuestra naturaleza”. A la luz de las lecturas del XXVI Domingo del Tiempo Común, leídas en la celebración, señaló que “los muros que hoy se construyen, materiales, morales o legales, son un cerrarse al nosotros total que formamos con toda la humanidad”. En sus palabras hizo ver, además, que compartir las cosas espirituales, estar en comunión unos con otros, no es posible “si excluimos a algunos, por ser pobres, o por no tener toda la documentación”. También recordó que “los pobres son sacramento vivo de Jesús”, afirmando que la mayoría de los migrantes “son gente sencilla, que se siente escandalizada por el rechazo, por el odio, por la indiferencia del común de la gente, y por supuesto, de los gobiernos de los pueblos por donde van pasando”.
Las naciones poderosas sean parte de la solución de los problemas
Monseñor Vega no dejó de demostrar su gratitud por las muestras de fraternidad que los migrantes se encuentran en su camino de los muchos buenos samaritanos y samaritanas. “Si todos hiciéramos lo mismo, - aseguró - no sería tan difícil la tarea de seguir a Cristo en los migrantes y refugiados”.
También denunció que en un mundo globalizado “el enriquecimiento de una nación se funda en el empobrecimiento de otras naciones, ya de por sí pobres”. De ahí que “en lo que se refiere a los migrantes y refugiados, las naciones ricas tienen una gran responsabilidad para evitar que miles y miles de seres humanos, estén siendo materialmente expulsados por la miseria y la inseguridad de sus países”. Por eso pidió que “las naciones poderosas sean parte de la solución de los problemas”.
La Iglesia sea más inclusiva
En el encuentro y el diálogo intercultural, afirmó retomando palabras del Sumo Pontífice, “se nos da la oportunidad de crecer como Iglesia, de enriquecernos mutuamente”, y así, realizó un llamado al compromiso de todos “para que la Iglesia sea más inclusiva”.
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