Don Julián Carrón dimite como presidente de Comunión y Liberación
Benedetta Capelli - Ciudad del Vaticano
«Favorecer que el cambio de guía al que nos llama el Santo Padre se desarrolle con la libertad que dicho proceso requiere». Esto es lo que escribió don Julián Carrón en una carta en la que anunciaba que dejaba la dirección de la Fraternidad de Comunión y Liberación que acompañó durante más de diez años, tras la muerte del fundador don Luigi Giussani.
Una decisión tras el Decreto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida
El Padre Carrón, sacerdote español de 71 años, habla de "un momento delicado en la vida del movimiento" y justifica su elección en el respeto al Decreto General de Las Asociaciones de Fieles, que regula el ejercicio del gobierno en las asociaciones internacionales de fieles, promulgado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y que entró en vigor el 11 de septiembre de 2021. El decreto estipula que el mandato es de cinco años y que una misma persona puede ocupar "un cargo en el órgano directivo central a nivel internacional durante un periodo máximo de diez años". En caso de que se produzca esta situación, el Decreto estipula que "se celebrarán nuevas elecciones en un plazo máximo de veinticuatro meses" tras la entrada en vigor del Decreto.
Testimonio de la gracia del carisma
En la carta, Carrón invita a "asumir la responsabilidad personal del carisma". Ha sido un honor para mí – afirma – ejercer este servicio durante años, un honor que me llena de humillación por mis limitaciones y por si he fallado a alguno de vosotros". A continuación, el agradecimiento por "el regalo de la compañía que he podido disfrutar – escribe – ante el espectáculo de vuestro testimonio diario, del que he aprendido constantemente y del que quiero seguir aprendiendo".
"Les deseo que vivan esta circunstancia como una ocasión de crecimiento en vuestra autoconciencia eclesial, para seguir siendo testigos de la gracia del carisma dado por el Espíritu Santo a don Giussani, que hace de Cristo una presencia real, persuasiva y decisiva, que nos ha investido y arrastrado a una corriente de vida nueva, para nosotros y para el mundo entero", concluye Julián Carrón.
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