Asamblea Eclesial: Elegir y construir los nuevos caminos que el Señor nos indica
Celam- Ciudad del Vaticano
Lo que debe prevalecer es el Pueblo de Dios, buscando “nuevas y diversas maneras de vivir la autoridad y tomar las decisiones”. Los ponentes afirmaron que “esta Asamblea Eclesial da paso a una auténtica sinodalización de toda la Iglesia”.
Se busca “superar relaciones desiguales, de superioridad y subordinación propias del clericalismo, y apostar por la recíproca necesidad y trabajo en conjunto”, de tomar decisiones pastorales, que sea algo que “se traduzca efectivamente en cambios concretos que ayuden a superar el actual modelo institucional clerical”. Lo que debe prevalecer es el Pueblo de Dios, buscando “nuevas y diversas maneras de vivir la autoridad y tomar las decisiones”. Los ponentes afirmaron que “esta Asamblea Eclesial de paso a una auténtica sinodalización de toda la Iglesia”.
Ser una Iglesia sinodal es sentir que somos pueblo, que estamos unidos, a aquellos con quienes caminamos en el día a día y quienes nos esperan en la Casa del Padre. Se está llegando a la meta final, mañana domingo se encierra esta semana de trabajos con la celebración eucarística en la Basílica de Guadalupe.
Ha sido una semana en que la presencialidad se ha mezclado con una virtualidad que ya ha provocado más de 80 mil interacciones y 400 mil personas alcanzadas en redes sociales, con 100 mil visualizaciones de los videos y 25 mil personas siguiendo en directo en YouTube
Por las víctimas de la pandemia
En el resumen del día de este viernes, el hilo conductor de la oración inicial fue las víctimas de la pandemia. Todo comenzó con un silencio, símbolo de esa unidad, en un día en que los asambleístas fueron llamados a elegir, en discernimiento sinodal, los nuevos caminos que el Señor nos invita a seguir y construir.
Abrió los trabajos Rodrigo Guerra, Secretario General de la Pontificia Comisión para América Latina, quien dijo que la fragilidad y el límite de la condición humana, no son una debilidad, y no ha de relacionarse con una percepción negativa frente a todas las iniciativas que se vienen gestando en este orden.
Por eso, insistió en que el llamado de Dios a la misión acontece a partir de la humildad y no debemos negarnos a la valiente actitud de pedir perdón, porque la Asamblea Eclesial es apenas un paso del gran proceso denominado sinodalidad. Por último, invitó a “Aprender que estamos comenzando a aprender”.
La Sinodalidad de la Iglesia fue el tema de la última reflexión de la Asamblea, de esta vez a dos voces, la de Rafael Luciani y María Dolores Palencia, que afirmaron ver en América Latina “signos emergentes de un nuevo modelo eclesial en clave sinodal”, en palabras de la religiosa mexicana. Conversión y escucha aparecen como elementos que deben estar presentes buscando llegar a consensos, a “relaciones horizontales fundadas en la dignidad bautismal y en el sacerdocio común de todos los fieles”.
La celebración Eucarística
La parte orante del día estuvo marcada por una Lectura Orante y la celebración eucarística. En su homilía, el cardenal Mario Grech, hablando sobre los pequeños brotes, que a simple vista pueden pasar desapercibidos. El secretario del Sínodo para los Obispos comparó esta imagen con la vida eclesial hoy, llamando a saber conocer los frutos de la vida, por pequeños que sean. Recordando las palabras del Papa en la abertura del Sínodo, el 9 de octubre, decía que “este es el reto para una Iglesia diferente, abierta la novedad que Dios quiere sugerirle”, cuando llamaba a estar abierto a la novedad del Espíritu, a caminar junto con él, “creador de comunión y misión, es decir, con docilidad y valentía”.
Al hablar de la Asamblea Eclesial destacó la consulta capilar al Pueblo de Dios y definía como “una nueva expresión del rostro latinoamericano y caribeño”. En la primera fase del camino sinodal, basado en la escucha mutua y profunda, recordando que Jesús nos llama a que no nos fijemos solo en las cosas grandes, a no esperar acontecimientos sensacionales, que no dialoguemos solo con lo perfecto.
Del mismo modo hizo ver la necesidad de superar el siempre se he hecho así, del riesgo del inmovilismo, que lleva a buscar remiendos. El purpurado insistió en saber observar los pequeños brotes, a entender los parámetros de Jesús, a entrar en el camino de la conversión. Estamos ante algo que “nos da esperanza al inicio del camino sinodal”, llamando a que “el camino sinodal nos lleve a no privar al mundo del misterio de la esperanza”.
El día se encerró con diferentes testimonios sobre sinodalidad, gente de toda clase, condición, también eclesial, y procedencia respondieron a las preguntas: ¿Qué es para ti la sinodalidad? Y ¿Con qué Iglesia sueñas en esta Asamblea Eclesial? Preguntas que después de este tiempo vivido de forma inédita pueden ayudar a construir esa Iglesia que se esfuerza en caminar juntos, todos, no solo con aquellos que uno elige.
Rueda de prensa
La rueda de prensa contó con la presencia del cardenal Marc Oullet, la periodista Lisandra Chaves, el padre Venancio Mwangi y la hermana Blanca Karina Farias.
Fue momento para un intercambio de informaciones con los periodistas, de definir lo que está siendo esta Asamblea, considerada como “una iniciativa que quiere promover un caminar juntos a todos los niveles en la Iglesia”, en palabras del cardenal, que también la ve como “una experiencia de fe, una experiencia de Dios”. O como “un ejemplo para la Iglesia universal, que nos implica a vivir con responsabilidad y compromiso el don y tarea de ser discípulos misioneros”, según la hermana Karina.
Fueron abordadas cuestiones relacionadas con el papel de la mujer en la Iglesia, sobre lo que es la sinodalidad, los migrantes, la realidad de los pueblos afrodescendientes y su relación con la Iglesia. También el tema de los abusos y lo que se está haciendo en Costa Rica, donde Lisandra Chaves forma parte de la comisión de protección. En esa Iglesia sinodal, el prefecto de la Congregación para los Obispos abogó por estructuras de consulta, e insistió en que “no existe Pueblo de Dios e Iglesia jerárquica, la jerarquía hace parte del Pueblo de Dios”, y que “los obispos tienen que comportarse como fieles, en fraternidad con todos”.
Una vez más destacar los testimonios de los miembros de la Asamblea, que han formado parte del trabajo de las tardes a lo largo de esta semana. Testimonios que pueden ser visto como un impulso, que muestran que hay gente que está dispuesta a entregar su vida para hacer realidad esa Iglesia sinodal.
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