Una Iglesia nacida de la persecución y que hoy acoge a los prófugos
Felipe Herrera-Espaliat desde Atenas, Grecia
Nacieron como comunidad hace cien años cuando, escapando de la Guerra greco-turca (1919-1922), llegaron a las ciudades de Atenas y Giannitsa, trayendo su propio acervo religioso y cultural. Hoy constituyen el Exarcado Católico de Rito Bizantino en Grecia, una pequeña porción de la Iglesia pastoreada por el obispo Manuel Nin i Güell, osb, y ocho sacerdotes, junto al servicio de una decena de religiosas. Compuesta por miembros mayoritariamente griegos y ucranianos, entre sus filas también hay una presencia considerable de caldeos, y en total son cerca de diez mil fieles.
Y como sus antecesores lo vivieron hace un siglo, hoy les toca a ellos abrir los brazos a quienes llegan a Grecia escapando sobre todo desde Irak y Siria. “Esta dimensión del acoger en la caridad a estas personas prófugas nos lleva a nuestros orígenes. Nuestros fieles llevan mucho en el corazón esta realidad del recibir, de ayudar, ese drama que es el tener que huir de la propia casa, de la propia familia, por cuestiones bélicas, cuestiones de pobreza, de persecución. Por lo tanto, una importante dimensión de pastoral y cristiana es ayudar a esas realidades étnicas, de prófugos, de refugiados en Grecia”, explica el exarca Nin. Su contribución generosa en alimentos, medicamentos y ropa, que se canaliza por medio de la Caritas local, es un signo de la calidez con que se materializa la acogida y la integración de los hermanos migrantes.
“Hijos privilegiados de la Iglesia”
Este es solo uno de los rasgos de la heterogénea Iglesia Católica que el Papa conocerá en su Visita Apostólica a Grecia que se inicia este sábado 4 de diciembre, y que lo lleva nuevamente al encuentro de minorías y de periferias geográficas y existenciales. “Nos sentimos hijos privilegiados de la Iglesia, porque el Papa nos está visitando. La visita del Sucesor de Pedro nos confirma en la fe y en la caridad, en esa dimensión pastoral a través de la caridad que configura nuestra Iglesia”, detalla el obispo.
Monseñor Nin formará parte del séquito que acompañará a Francisco en todo su recorrido por la nación helénica. Junto a su comunidad se han preparado para este evento histórico, conscientes de que “será un momento para subrayar nuestra catolicidad, nuestros sentirnos en comunión con toda la Iglesia Católica, Iglesia que quiere y respeta nuestra diversidad litúrgica y espiritual. La visita del sucesor de Pedro nos hace sentir más católicos, más universales”, concluye el pastor.
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