Los oratorios romanos vuelven al Papa para la bendición de los "Bambinelli"
Los brazos extendidos hacia el Palacio Apostólico sosteniendo en sus manos las estatuillas del Niño Jesús para recibir la bendición del Papa. Hoy en la Plaza de San Pedro, al final del Ángelus, vuelve la cita festiva de la tradicional Bendición del Niño Jesús, que desde tiempos de Pablo VI marca el tercer domingo de Adviento.
En el camino a Belén
La iniciativa está organizada por el Centro Oratori Romani (COR), que invita a participar a muchos jóvenes de las parroquias de Roma, para vivir con mayor conciencia el misterio de la Natividad. El tema de la edición de este año 2021 es "Caminemos juntos hacia Belén", elegido para subrayar la necesidad de sentirse como una comunidad en camino hacia el Señor que viene.
Celebraciones en todas las parroquias
La bendición impartida por el Papa Francisco está precedida esta mañana por una solemne celebración en San Pedro, presidida por el nuevo Arcipreste de la Basílica, el cardenal Mauro Gambetti. La misa está reservada a una representación de niños, familias y catequistas de las parroquias participantes, mientras que una presencia más amplia y festiva será posible en la plaza para el rezo del Ángelus con el Papa Francisco y el habitual momento de animación. El COR, que organiza y promueve este evento desde hace décadas, ha imaginado de hecho para la edición de 2021 una forma "generalizada" del evento en la ciudad, invitando a los párrocos y oratorios a celebrar la cita en sus propias comunidades. Así, los animadores, los catequistas, los jóvenes y sus familias serán los protagonistas, trayendo de casa las imágenes del Niño Jesús y renovando con alegría la tradición de compartir este momento de fe y de testimonio. Todos los oratorios se reunirán justo antes de las 12.00 horas para seguir el Ángelus en directo por televisión y rezar con el Papa y por el Papa, como siempre.
Lo Bascio (COR): Jesús nos invita a no cerrarnos
"El tema del camino es el que define nuestro año pastoral y es la dimensión que está caracterizando a la Iglesia universal. En este horizonte, las celebraciones navideñas nos invitan a no encerrarnos en nosotros mismos, sino a ponernos en camino hacia Belén, donde encontramos al Niño Jesús que da sentido a nuestras vidas. Éstas son las coordenadas del evento de este año", dice David Lo Bascio, presidente del COR, al explicar el lema elegido para la edición 2021 de la Bendición del Niño Jesús.
Hacer el belén para captar el significado de la natividad
Lo Bascio habló de la gran expectación en las parroquias y por parte de los niños, que durante este tiempo de Adviento se preparan con muchas actividades, ante todo la preparación de los belenes: "al reconstruir la natividad captamos el sentido de la Fiesta y la bendición del Niño es la culminación de este camino". "No podemos volver a los números tradicionales", explica, "pero tendremos una presencia mucho mayor en la plaza que el año pasado". El presidente del COR también vuelve sobre el valor del belén, subrayado por la Carta Apostólica del Papa Francisco: "Atrapados en el ritmo de nuestros días olvidamos el sentido de la fiesta, el belén es una presencia que nos lo recuerda desde pequeños, es un signo indeleble de nuestra experiencia de fe, incluso para los menos creyentes hay un signo de devoción y tratamos de que los niños del oratorio capten este profundo misterio".
Una fiesta de la esperanza que ilumina la noche
Lo Bascio recuerda también que la tradición romana de la Bendición de las estatuillas del Niño Jesús "ha trascendido" y ahora se celebra en muchas diócesis del mundo el tercer domingo de Adviento. "Es una iniciativa que nació con Pablo VI con el deseo de encontrar a los niños de Roma en torno al Niño Jesús y nos recuerda que Dios eligió ser niño para venir al mundo, Pablo VI estaba muy atento a la dimensión de la fe de los niños". Por último, el presidente del COR destacó que la Navidad es una fiesta de la esperanza que ilumina la noche de los hombres y que en estos tiempos de pandemia es necesario redescubrir la presencia de Dios en la vida del hombre, "esto es válido también para los niños que no están exentos de las dificultades que vivimos, en esto el Oratorio tiene la capacidad de construir un tejido social que hoy es más importante que nunca".
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