Dominicanos esperan al Papa en el Centenario de la Coronación de Altagracia
Alina Tufani – Vatican News
Una devoción mariana que corrió como pólvora en la tierra de la primera evangelización de América. Un templo dedicado a María, pocos años después de la llegada de Cristóbal Colón, el primero del continente. Una pequeña imagen de la virgencita de Altagracia, tan querida en la región española de Extremadura, que se adueña del corazón de una nación de ultramar. República Dominicana celebra hoy, 21 de enero, la Solemnidad de Nuestra Señora de Altagracia, su patrona, en un año especial, pues se celebra el Centenario de la Coronación de la Virgen de la Altagracia, símbolo de las luchas del pueblo dominicano por su libertad y la independencia nacional.
Altagracia por cielo, tierra y mar
Colocada en la Basílica de Higüey, cuna de esta devoción mariana, la imagen de la Virgen de Altagracia hoy reverbera en toda la isla cuando a su paso por tierra, mar y aire, junto al Santísimo Sacramento bendecirá a los dominicanos. Eso lo que nos cuenta monseñor José Grullón Estrella, obispo emérito de San Juan de la Maguana y presidente del Comité organizador del Año Jubilar Altagraciano, en los micrófonos de Vatican News.
“Nosotros tenemos en este 21 de enero, en todos los templos, desde muy temprano en la mañana, misas en honor a la Altagracia. Eso en todas las parroquias, en todas las comunidades y en todos los santuarios. Pero además de esa misa, a las 2:30 de la tarde, tenemos una bendición especial al pueblo dominicano por aire, mar y tierra. Todas las personas que tienen aviones y helicópteros, los han puesto a la disposición del evento para salir a volar por todo el país, llevando capellanes con el Santísimo Sacramento y el cuadro de la Virgen de la Altagracia, para una bendición especial. También se han puesto a disposición embarcaciones privadas. Y el Ejército de la Marina, ha ofrecido dos barcos que van a zarpar con un Obispo con al frente la Custodia para bendecir desde el mar. Otro Obispo estará en tierra, en la Plaza Independencia, bendiciendo en una gran procesión para celebrar también el Jubileo de la Virgen de la Altagracia. Así que estaremos unidos por aire, mar y tierra, en esta manifestación que ha involucrado prácticamente al país entero para honrar a la Virgen de la Altagracia.
Una devoción que se propagó como pólvora
¿Cuál es la historia de esta devoción mariana, cómo y dónde el amor por la Altagracia?
En 1506, vienen al país dos españoles, los hermanos Trejo que se establecieron en la villa de Higüey. Uno de ellos, llamado Antonio Trejo, tenía dos hijas. La menor muy piadosa y religiosa tuvo un sueño con la Virgen de la Altagracia y cuando el padre va un viaje a Santo Domingo, le pide que le traiga la imagen de la Altagracia. Antonio Trejo va a Santo Domingo y no encuentra a la virgen de la Altagracia, ni siquiera el arzobispo de Santo Domingo, nadie sabía de esa devoción y de esa imagen. Cuando lleva tres días de viaje, una noche en la posada de “Hoyoncito” cuenta con tristeza, lo que le ha pasado. Ahí sale un viejito con barba blanca y le dice: “¿Qué no existe la Virgen de la Altagracia? Yo la tengo aquí”. Y se la entregó, y dispuesto a darle todo lo que quisiera, el hombre le dijo no, pues “es un regalo de Dios para el pueblo dominicano”. El cuadro llega a Higüey donde la niña lo lleva a su habitación. Al día siguiente se desapareció. para luego aparecer bajo un naranjo florecido. Se lo volvió a llevar a su habitación, y nuevamente desapareció. Así por tres días consecutivos. Y el pueblo entendió, la familia entendió, que la Virgen quería un templo. Ahí se hizo el primer templo dedicado a la Virgen María en América y el primer templo dedicado a la Altagracia. Eso se propagó enseguida, eso creció como pólvora ya que, por todos lados, la gente había experimentado milagros, favores de la Virgen de la Altagracia. Es Ella la que hace el milagro de la extensión y la devoción.
Unidos en Altagracia con júbilo
Como presidente del Comité organizador del Año Jubilar Altagraciano que se inauguró el pasado 15 de agosto de 2021, con motivo del Centenario de la Coronación canónica de la Virgen de Altagracia. ¿Cuáles han sido los momentos resaltantes? ¿Cómo se hace está viviendo este año jubilar?
Hemos estado involucrando a todos los ambientes sociales, políticos, económicos. Hemos hecho pactos con el sistema cooperativo, con los empresarios, con los medios de comunicación social. Hemos creado dos instituciones, una de las “Damas de Altagracia” y otro “Unidos por la Altagracia”, para celebrar, dar a conocer y que todo el mundo se involucre en esta fiesta de la Altagracia porque la Coronación, el centenario será el 15 de agosto de este año.
Un grito de libertad de la mano de María
¿Qué significado, qué importancia tiene esta coronación de la Virgen de Altagracia para el pueblo dominicano y su historia?
Esto es importante porque en el 1922 cuando fue coronada la Virgen, aquí teníamos la intervención norteamericana desde 1916. Ya habían pasado 4 años habían pasado y no había manera de que ellos quisieran firmar ningún pacto de que se irían. El arzobispo de Santo Domingo, Alejandro Nouel va donde el Papa Benedicto XV y le cuenta la situación. Él manda una cartita diciendo que concede esta Coronación de la Virgen para que Ella les libre de toda intervención y puedan ser una patria libre y soberana, como lo decían los dominicanos. Había 35.000 personas en esa Coronación y aquí había solo un millón de habitantes. En este día, la Coronación se celebró en la puerta del Conde, el mismo lugar donde se dio el “Trabucazo” (Declaración de la Independencia de Haití) para la Independencia Nacional. Fue tanta la manifestación de que la Virgen es la única reina y soberana y el grito de que los norteamericanos se vayan que, al mes, el 23 de septiembre de 1922, ya se estaba firmando el pacto Hughes-Peynado (acuerdo que puso fin a la ocupación militar estadounidense en territorio dominicano). Los dominicanos entendieron que la Virgen de la Altagracia es nuestra protectora, porque cuando pasaron las elecciones se fueron los norteamericanos. Todos entendieron que era un regalo de la Virgen María. Este pueblo es Altagraciano. En todas las casas está la imagen de la Altagracia y estamos trabajando para que esto sea una realidad, que realmente la Virgen sea conocida y amada por todo el mundo.
Dominicanos y haitianos esperan a Francisco
Definitivamente un momento histórico para los dominicanos porque es, en cierto modo, también el recordatorio de una Independencia tan querida…
Y esperamos al Papa aquí. Lo hemos invitado para el día 15 de agosto. Ya nos respondieron en una carta muy bonita que recibieron la invitación. El presidente lo va a invitar ahora. Y esperamos que, en este viaje, el Papa pueda aprovechar para visitar también a Haití que lo merece. Que venga a Santo Domingo y Haití, porque los haitianos tienen una gran devoción a la Virgen de la Altagracia y puede unir esa hermosa devoción a los dos pueblos que estamos unidos a la Altagracia. Sería un buen espaldarazo que le dé al pueblo haitiano que en este momento sufre tanto y necesita buscar caminos democráticos para salir adelante.
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