El Papa concede a Madrid un Año Santo Jubilar de San Isidro Labrador
Alina Tufani – Vatican News
“El Papa Francisco nos ha concedido a Madrid un Año Santo Jubilar de san Isidro Labrador”. Lo anuncia así el arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro, al abrir su carta pastoral semanal, esta vez dedicada a la gran fiesta de fe que iniciará el próximo 15 de mayo, fiesta del santo patrono de la capital española, cuando se cumplen los 400 años de su canonización.
Luego de manifestar su agradecimiento al Santo Padre por haber concedido esa gracia a Madrid, el purpurado español asegura que se trata de un tiempo de bendiciones que tendrá “repercusiones en todos los continentes”, pues se trata de una “santo universal".
Un regalo para Madrid y el mundo
En su misiva, el purpurado español no solo invita a descubrir y visitar todos los lugares en los que existen huellas de la presencia de "este amigo de Dios", sino a ir al encuentro con Dios en todo lo creado, a construir la fraternidad conscientes de la dignidad de cada persona, a vivir qué es una familia cristiana, a poner la vida al servicio de los demás.
San Isidro – subraya el arzobispo - es un “santo de la puerta de al lado”, como dice el Papa Francisco: “vivió como discípulo de Cristo y anunció el Evangelio como esposo, padre, vecino y trabajador en el Madrid de siglo XII”. Y narra también que cuando Madrid era “un pueblecito”, San Isidro dejó muestras de cómo vivir la comunión con Dios y con los hermanos.
Un llamado a la santidad
El cardenal Osoro enfatiza que como cristianos estamos llamados a la santidad y que en este año jubilar, a imagen de San isidro, deber ser vivido en la caridad y ayuda fraterna, comunicando el amor y la alegría que nace de Cristo, que toca el corazón de todos los hombres creyentes y no creyentes. “En todos los momentos es posible la conversión a Dios y llenarnos de su gracia”, afirma el purpurado.
Al recalcar que además de las numerosas celebraciones religiosas y culturales para celebrar este año jubilar, recuerda que quienes se acerquen al sepulcro venerado en la Real Colegiata de San Isidro, en la calle Toledo, podrán beneficiarse de la indulgencia plenaria.”
“Hoy aquí en Madrid vivimos millones de personas y estamos necesitadas de contemplar todas las huellas que nos dejó este hombre de Dios. Os invito a recordar su vida, a peregrinar a su sepulcro y al de su mujer, Santa María de la Cabeza, y rezar allí, a recorrer todos los lugares isidrinos, a beber de su fuente”, concluyó el arzobispo.
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