Cercanía de la Iglesia española al pueblo ucraniano
Sebastián Sansón Ferrari - Vatican News
A través de su presidente, el Cardenal Juan José Omella, la Conferencia Episcopal Española (CEE) remitió distintas cartas al presidente de la Conferencia de Obispos Católicos Romanos de Ucrania y del Comité para la Doctrina de la Fe, Mons. Mieczysław Mokrzycki; al presidente del Sínodo de los Obispos de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk; y a Su Beatitud el Metropolita Epifanio I de Kiev y de toda Ucrania.
El purpurado expresó la cercanía y solidaridad de todos los miembros de la CEE con todo el pueblo ucraniano, fuertemente golpeado por la situación de conflicto con Rusia. La CEE se une también a la plegaria con la que Francisco suplica “a Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra; que es Padre de todos, no solo de algunos, que nos quiere hermanos y no enemigos”.
Recuerdan las palabras del Papa en la Audiencia General del miércoles 23 de febrero, quien imploró a todas las partes implicadas a abstenerse de toda acción que provoque aún más sufrimiento a las poblaciones, “desestabilizando la convivencia entre las naciones y desacreditando el derecho internacional”.
El episcopado español enfatizaba las manifestaciones públicas del Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas (CCEE) en la persona de su presidente, Mons. Gintaras Grušas, y de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), en representación del cardenal Jean-Claude Hollerich SJ. Ambos mostraban preocupación por la guerra y llamaban a la paz.
En nombre de las Iglesias en Europa, la CCEE “condena enérgicamente los últimos acontecimientos producidos en Ucrania” y el presidente de la entidad, Mons. Grušas, solicitó “actuar juntos con determinación para detener la agresión y hacer todo lo posible por proteger a mujeres, hombres y niños inocentes”. A su vez, los obispos europeos y las comunidades cristianas oran por las víctimas y sus familias y adhieren a la jornada de oración y ayuno prevista para el 2 de marzo, Miércoles de Ceniza.
Por su parte, la COMECE recalcó que “el escenario de un conflicto armado causa sufrimiento humano, muerte y destrucción terrible” y reitera su cercanía y solidaridad con los ucranianos y las instituciones ucranianas. También exhortó que “finalicen las acciones hostiles” y pidió a la comunidad internacional que “busquen una solución pacífica a través del diálogo”.
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